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Durante dos días más de mil
quinientas personas han vivido en Ceuta el desarrollo, por
su participación, de la novena edición de los Juegos
Deportivos del Estrecho. Una actividad deportiva en la que
se unen mediante el deporte todas las poblaciones
circundantes al Estrecho de Gibraltar.
Nueve poblaciones han estado representadas en Ceuta, ciudad
que en esta edición le ha tocado en turno la organización.
Precisamente un año en el que se ha batido el record de
participación con la cifra antes indicada. Ha sido esta la
segunda edición que la Ciudad Autónoma de Ceuta ha
organizado los Juegos y ha logrado superar la complicación
de absorver a tanto personal pese a la limitación de plazas
hoteleras con las que cuenta esta ciudad.
Los jóvenes, a los que estos dias les han servido para
competir y vivir una experiencia deportiva donde la
convivencia era una parte más de estos juegos, se marchan
encantados.
Distinto es la consideración de algunos delegados o miembros
de delegaciones que han dejado alguna que otra queja bien
por las pernoctaciones en los cuarteles y sus complicaciones
añadidas, bien por la falta de tiempo para recorrer Ceuta.
No obstante estas han sido la minoría y los grandísimos
esfuerzos del numeroso personal que han formado parte de la
organización de este evento ha merecido un grandísimo
aplauso de consideración porque la gran mayoría marchan
realmente agradecidos por esta multitudinaria visita.
El Parque Marítimo del Mediterráneo, por su parte, ha vuelto
a ser la joya de la corona al ser el lugar habitual para las
comidas y el disfrute de los jóvenes, lo que incide en el
hecho real de que este equipamiento, una vez más, ha servido
para decantar definitivamente a favor la balanza sobre la
imagen general de Ceuta.
Acaban los Juegos del Estrecho y se ha superado con nota la
complicada organización. Enhorabuena.
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OPINIÓN / EDITORIAL
