El paso que une las naves del Tarajal con el paso fronterizo
vuelve a estar abierto en fin de semana después de que
permaneciera abierto en los últimos tres sábados del mes de
mayo.
Durante casi un mes, el paso que une el polígono del Tarajal
con la frontera con Marruecos apareció cerrado ante la
indignación de los empresarios de la zona que sufren el
brusco descenso de las ventas en una coyuntura poco
halagüeña para los comerciantes del Tarajal.
Ante el nuevo cierre, tercero en lo que llevamos de mes, los
empresarios del Tarajal decidieron cerrar sus negocios en
protesta y se concentraron ante la puerta por la que
habitualmente cruzan los porteadores y quienes pasan a
Marruecos tras hacer sus compras en el Tarajal, evitando así
un enorme rodeo y facilitando el tránsito de mercancías.
Esta medida no fue necesaria ayer sábado pues, de nuevo, el
paso funcionó con total normalidad restableciendo el
tránsito de mercancías de poco volumen gracias, en parte, a
la intermediación de la Cámara de Comercio, Industria y
Navegación de Ceuta, a través de su recién renovado
presidente, Luis Moreno Naranjo, analizó con los mandos de
la Guardia Civil ceutí, la situación del paso fronterizo.
Fuentes de la Guardia Civil atribuyeron el pasado sábado el
cierre a una prohibición desde Marruecos del paso de
mercancías durante los fines de semana.
La gota que colmaba el vaso
Así, de nuevo, se reguló el paso en la frontera y se evitó
el cierre que en una situación de crisis como la que sufre
el comercio fronterizo en el Polígono del Tarajal, venía
sólo a sumar problemas ya que el puente del Biutz tiene
limitada su actividad de lunes a jueves y con horarios muy
restringidos por lo que el descenso de las ventas realizadas
al por menor durante los fines de semana -principalmente
realizadas por empleadas del hogar y trabajadores marroquíes
que regresan a Marruecos el sábado- suponen un problema
añadido que despertó la indignación de los comerciantes y
empresarios del polígono que el pasado sábado agotaron su
paciencia y se manifestaron durante la mañana en protesta
por el cierre y exigiendo explicaciones.
Este paso servía hasta ahora para diversificar el paso de la
frontera y agilizar el paso de mercancías y su cierre
complica un poco más la situación del comercio en la Ciudad
Autónoma de Ceuta.
Aduana comercial
Paradójicamente, el establecimiento de una aduana comercial,
la apertura del paso de Beliones (Benzú) y la
rentabilización mediante la normalización del comercio
transfronterizo que se desarrolla en Ceuta en un extraño
limbo legal, forman parte de los programas electorales de
ambas candidaturas a la presidencia d ela Cámara y de las
propuestas d elos agentes sociales para la llamada ‘Mesa de
la Economía’.
Según cálculos del Consejo Económico y Socia de Ceuta, el
negocio transfronterizo, ilegal pues no hay regulación ni
aduana comercial, mueve entre 1.000 y 1.600 millones de
euros al año en las dos ciudades autónomas de Ceuta y
Melilla.
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