‘La Leyenda de Shunka Wakan’ será el título de los dos
volúmenes que Stacey Attias ha editado sobre la vida de
Ginés Serrán. La escritora, nacida en Texas y residente en
Nueva York, ha trabajado durante cinco años en la
recopilación de cientos de anécdotas y miles de fotos sobre
la apasionante aventura del artista y antropólogo español
alrededor del mundo. La obra saldrá publicada a finales del
presente año en ocho idiomas: inglés, español, francés,
alemán, mandarín, tailandés, árabe y japonés. Actualmente,
Ginés Serrán se encuentra viviendo en el norte de China,
entre Siberia y Mongolia.
Pregunta- Usted salió muy joven de Ceuta, su ciudad natal, y
lleva cerca de cuarenta años viajando por cinco continentes.
Ha viajado más que Marco Polo y que Ibn Batuta. Se habla ya
de ¨La leyenda de Ginés¨ como una de las personas que ha
viajado más en el mundo. ¿Ha llegado al final? ¿Cuándo va a
regresar?
Respuesta- Salí de Ceuta a los dieciocho años. Uno no llega
nunca al final. Lo importante es seguir el camino que nos ha
trazado el destino. No hace falta viajar por el mundo como
yo. Uno también puede viajar y caminar dentro de sí mismo;
el universo más profundo está dentro de nuestra propia vida.
Tampoco se llega al final cuando uno muere. No se sabe lo
que hay detrás. El poeta Li Po decía que después de toda una
vida viajando, cuando el hombre vuelve a su lugar de origen,
regresa para morir. Pero en mi caso, no quiero regresar como
hicieron Marco Polo, Lawrence de Arabia o Ibn Batuta.
P- Por haber vivido mucho y haber conocido tantas culturas
diferentes, ¿es el hombre de mundo un ser incomprendido?
R- Cuando Ibn Batuta regresó a Tánger, su tierra natal,
después de 29 años de viajes por el mundo, mucha gente no lo
comprendía ni se creían lo que contaba, y tuvo que salir a
Ceuta, enfermo, a descansar y refugiarse entre los pocos
amigos que le quedaban. Viajó de nuevo por España y por el
interior de África. Terminó en una aldea alrededor de Fez
olvidado por los suyos. Es el precio que se paga a veces
cuando se ha viajado tanto por el mundo. Los envidiosos
buscaron cualquier excusa para distorsionar su vida.
Siento admiración por él. Nació tan sólo a 40 millas de
donde yo nací. Me gustaría hacerle una escultura. Cuenta Ibn
Batuta que, aquí en China, se encontró a un mercader llamado
Al Bushri: Lo miró a los ojos y le preguntó: ¨¿De dónde
eres?’ Al Bushri, le respondió: ‘Soy de Ceuta’. Entonces se
abrazaron y lloraron juntos.
P- Ha hecho este año la escultura en bronce de mitología
clásica más grande del mundo.
R- Sí, es una escultura que se titula: ‘Las Dos Columnas de
Hércules, Abyla-Ceuta y Calpe-Gibraltar’. Es un homenaje a
Ceuta.
P-El año pasado las autoridades de Ceuta buscaban un
edificio para dedicarle un Museo. Usted posee una gran
colección de arte. ¿Donaría toda la colección al Museo?
R- Sí, la donaría toda.
P-¿Lo ha visto todo?
R- No. Cada vez que viajo más siento que sé menos. Hace unos
días estuve en una isla entre Dalian y Corea del Sur que no
aparece en el mapa. Es una isla muy pequeña pero yo soy
mucho más pequeño que ella. Me acosté en la orilla y miré
hacia arriba. Uno de los grandes problemas de este mundo es
que la gente no mira al cielo. Cuando ves miles de estrellas
te das cuenta de lo insignificante que somos y de lo efímera
que es la vida. No somos nada y lo somos todo.
El hijo pródigo de Ceuta pronto pasará a la historia impresa
gracias a la antología de toda una vida dedi cada al arte.
Hércules le acercará más a la ‘perla del Mediterráneo’. Los
años erosionan la piedra que Serrán trabaja, pero el camino
es ardúo. Allá donde encuentre su hogar, el prolífico
escultor ceutí podrá modelar sus sueños.
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