“Seguimos apostando por Ceuta y por un modelo empresarial
acogido a las reglas de origen y prueba de ello es que
seguimos invirtiendo en este proyecto”, asegura Luca Ghetti,
propietario de la empresa alimentaria ceutí Alice, quien ha
incidido en que su empresa no va a realizar despidos ni
reducción de plantilla, sino que va a solicitar a Delegación
del Gobierno la suspensión temporal de once de sus
trabajadores, “medida que tardarán en autorizar unos dos
meses”.
Esta decisión, explicada de modo personal y por tanto
conocida por todos los empleados de la empresa, viene
fundamentada por un hecho inapelable desde el punto de vista
empresarial: la reducción del volumen de venta en los
últimos seis meses. “La producción que realizamos en los dos
turnos de trabajo se está almacenando en Algeciras sin
perspectivas de poder darle salida a corto plazo, por lo que
tuvimos que tomar la decisión de reducir un turno”, explica
Ghetti.
La decisión de suprimir un turno de producción y solicitar
la suspensión temporal de once trabajadores durante 4 ó 5
meses responde a una medida técnica “y no a una situación de
crisis, puesto que si no pensáramos seguir adelante con el
proyecto tomaríamos otro tipo de medidas mucho más drásticas
y que afectarían a más trabajadores”, puntualiza Luca Ghetti,
quien señaló que los puestos de trabajo se mantienen tras la
suspensión y que éstos cobrarán un 70% de sus nóminas a
través del subsidio de desempleo. “Además, la selección de
estas once personas tratará de ser consensuada, primando la
transparencia y la relación directa con los empleados, como
siempre hemos hecho”, añade.
Bajada de las ventas
Las causas que han provocado este descenso en la actividad
comercial de la empresa, aparte de los conocidos lastres que
arrastran las empresas acogidas a las reglas de origen en
cuanto a inseguridad jurídica y pérdida de privilegios
(imposibilidad de importar azúcar tipo C y fin de las
restituciones lácteas), se debe a la divulgación de rumores
en torno a supuestas actuaciones irregulares de la empresa
Alice. “El sector lácteo se reduce a unas pocas empresas en
Europa y todos nos conocemos bien. El hecho de que existan
estos rumores ha preocupado a nuestros principales clientes,
que no quieren verse envueltos en posibles tramas ilegales,
inspecciones, escándalos o ante la posibilidad de que sus
encargos sean intervenidos, por lo que han reducido la
demanda de productos procedentes de Ceuta”, explica el
empresario.
La empresa Alice fue objeto de una minuciosa inspección en
marzo de 2002 (que duró hasta marzo de 2003) llevada a cabo
por funcionarios de Hacienda del núcleo regional de
Andalucía y cuyo resultado fue satisfactorio, aunque no se
llegó a tramitar por escrito el dictamen. “El hecho de que
no encontrasen ninguna actividad irregular en la empresa fue
una garantía de nuestro trabajo”, comentó el propietario de
Alice Food.
Por si fuera poco, en 2003, una comisión de ocho técnicos de
la Olaf, el máximo organismo europeo en la lucha contra el
fraude empresarial, revisaron hasta el último papel de la
fábrica, redactando posteriormente un acta en el que no hay
ningún punto negativo.
Sin embargo, Alice, que durante sus primeros seis meses de
actividad recibía sus restituciones puntualmente, dejó de
ingresar por ese concepto, del que aún le adeudan una
cantidad de 738.000 euros. “A partir de aquí comenzamos las
idas y venidas del Ministerio a Bruselas buscando
explicaciones y sólo encontramos un ‘silencio
administrativo’ que nos mantiene en la incertidumbre y nos
confirma la existencia de estos rumores infundados”,
concluye.
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Luca Ghetti: “El nombre de Ceuta se pone en entredicho”
Que la legítima actividad
empresarial de una fábrica de Ceuta se boicotee a base de
rumores (procedentes del frente alemán, según se rumorea...)
y que éstos sean tenidos en cuenta por la UE sin necesidad
de pruebas o sanciones oficiales resulta ofensivo. “El
Gobierno de la nación debería decidirse abiertamente por la
defensa de sus intereses, tal y como hacen Francia y Holanda
con Nueva Caledonia y las Antillas, o bien reconocer que no
tienen intención de hacerlo. Se está poniendo en entredicho
la imagen de Ceuta y nadie responde”.
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