La Dirección General de Menores ha manifestado, a lo largo
de los últimos meses, la necesidad de combatir la
drogodependencia entre los jóvenes en situación de riesgo de
exclusión social, poniendo cuidada atención en la franja que
va de los 14 a los 16 años. Yolanda Bel, consejera de
Sanidad y Bienestar Social, presentaba ayer, junto al
director del Área de Menores Miguel Fábrega, un plan de
intervención integral en este sentido. Se trata de varias
actuaciones dirigidas a la “protocolarización de la
situación de estos menores”, explicó Bel, bien a partir de
las directrices de la Ley de Menor, bien a través de las
medidas previstas por el Plan contra la Droga; “y es muy
ambiciosa”, apostilló la consejera, porque recorrerá todos
los centros tutelados de la Ciudad Autónoma y se plantea
como una medida “a largo plazo” y “como obligación de la
administración”.
¿Qué se consume?
Cleopatra R’kaina, responsable del Centro de Atención de la
Drogodependencia, ponía nombre a las sustancia más
consumidas, a partir de los datos recogidos en una encuesta
de 2004: alcohol, tabaco, entre las drogas legales y
socializadas; y cannabis, cocaína, sedantes, anfetaminas,
éxtasis, alucinógenos, inhaladores y heroína, entre las no
legales.
Pero el plan de choque no sólo se centra en el menor;
también incidirá en su entorno más cercano; en aquellos
padres drogodependientes con hijos a su cargo; y en mujeres
gestantes en situación de adicción. Por eso, la medida es,
por un lado, preventiva, y por otro, de detección de casos.
En el año 2005, el CAD atendió a un total de 16 personas en
situación de drogodependencia: el cincuenta por ciento eran
menores y la otra mitad, padres. La principal sustancia, el
cannabis y derivados. Conociendo la realidad de la Ciudad
Autónoma, la Consejería de Presidencia (a través del Área de
Menores), la Consejería de Sanidad y el CAD han elaborado
este plan de erradicación y tratamiento.
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