Ernesto Valero, que accedió a la presidencia de la A.D.
Ceuta sin tener ni idea del tema, se despidió de ella en la
tarde del jueves.
Valero reconoció desde un principio su ignorancia en temas
futbolísticos, pero ha sido su falta de inteligencia para
compartir el proyecto y delegar responsabilidades en quienes
conocen la cuestión, lo que le ha llevado al fracaso.
Nunca entendió que, en general, un club exitoso es la
consecuencia de la seriedad, la organización y una fuerte
disciplina interna. Un club con un liderazgo indiscutible y
con gente capaz en áreas esenciales como la gerencia
económica, deportiva, médica, relaciones externas, etc.
Y sobre todo, ignoró que existe una pradera verde donde se
juega al fútbol, un juego que generalmente ignora la reglas
empresariales.
El relevo lo toma ahora Felipe Escane y son muchas las dudas
que surgen tanto en el aspecto económico como en el
deportivo.
De momento, ya ha comenzado la negociación de renovaciones (Sandro
y Juanma) y bajas (Platero), a pesar de que aún se desconoce
si Orue seguirá, y por tanto, quién será el entrenador para
la próxima temporada.
Escane debería saber que primero hay que hacer el amor y
luego llevar a la chica a cenar. Se suele hacer al revés, y
las consecuencias son devastadoras para el amor y la
digestión.
También en el fútbol se vive equivocado, primero se fichan
jugadores y luego se elige al entrenador.
Mal empezamos.
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