Siempre resulta agradable dar la
bienvenida a un nuevo miembro de la urdimbre y el sistema
social de esta ciudad nuestra tan original y llena de
peculiaridades, contando con la acepción de crisol de
culturas y en plan marketing, capaz de dar lugar a slogans
tipo “Ceuta, sol de España en Africa”. ¿Qué dicen ustedes?
¿Qué ese slogan es tan vulgar como que un metopilla de
regulares se tatúe en el hombro “Amor de madre”?. Me
disculpen, soy de barrio, me gustan las salomas, que son los
cantos de los marineros y me pirro cuando imitan a Camarón a
mi vera, además yo me autoproclamé presidenta del club de
fans del anterior Delegado de Gobierno que era hombre de dos
definiciones: talante y talento y ha dejado el listón de
operatividad lo suficientemente alto como para que Jenaro
García-Arreciado, encare este nuevo menester de Delegado,
como una oportunidad de crecimiento y una especie de terapia
evolutiva. De hecho, si iguala al Delegado anterior, me
comprometo desde aquí y como católica, juro que no prometo
(prometen los modernos, que en mi barriada del Palo de
Málaga se llaman modelnos o directamente peazo de
julandrones) pues juro que encabezaré de nuevo un buen club
de fans del recién llegado, bienvenido y bien hallado y
seguiré minuciosamente su trayectoria para comentar en negro
sobre blanco y letra redondilla todo lo que acontezca en su
labor.
Para servidora de ustedes, que por ser de la ciberderecha y
estar bastante huérfana de partido y líderes carismáticos,
de esos que escriben libros y te encandilan con sus ideas e
ideales, para mi, en una palabra, el que, el recién llegado
sea un pata negra de la época del felipismo es ya una
garantía de bonhomía. ¿Qué si yo acaso conozco a patas
negras de cuando Felipe? Pues se van a joder ustedes porque
conozco y es hermano espiritual mío Victor, alcalde durante
treinta años del pueblo granadino de Atarfe, bueno hermano
también de mi marido el pintor y ambos andan tramando algo
extremadamente bello y original para el pueblo, pero no les
puedo decir más porque es un secreto para esa población que
es en sí Sahira Medina Elvira, mágica Medina Elvira, un
prodigio de marketing sentimental. Si el Delegado Jenaro
García Arreciado que tiene un apellido que da de por si vía
a rimas y sonetos de todo tipo, es de aquel entonces, de los
de verdad, de cuando los fontaneros y los guerristas,
entonces es canela fina. Porque los socialistas progresistas
de salón de ahora a mi me dan mal vagío y al Maragall no le
puedo tragar del mal fario y enfermo cuando le oigo hablar
con una especie de deglución blanda y babosa. A este nuevo
Mandamás del invento le tengo que valorar, de entrada me
cuentan, me dicen y me refieren que parece mismamente que
tiene un viejo en la barriga de lo bien que habla, que
parece de cuando Azaña y los grandes oradores parlamentarios
y eso me complace, porque si habla bien, es elocuente,
utiliza una retórica brillante y encima, como buen onubense
lo hace en nuestra mágica habla andaluza, que parece
mismamente que se está cantando una jarcha, entonces mejor
que mejor, espero que hable y mucho y que ponga bien firmes
a los malos y motive a tope a los buenos. Ustedes ya saben
por donde voy y yo se lo que me digo, porque no hablo con
boca de puta sino con boca de sabia y sin ser exactamente el
Oraculillo de Delfos, soy consciente en mis apreciaciones de
que, la calidad de vida, la seguridad, el bienestar y esa
cualidad que, para mi pesar no es aún derecho reconocido
constitucionalmente, pero que lo será, que es el derecho a
ser felices de los ciudadanos. Todo ello va a depender y
mucho directamente del trabajo y de las decisiones de Jenaro
García Arreciado de quien, me gustará decir en su día, si lo
merece, que tiene los cojones cuadrados, que los pone encima
de la mesa y que tiembla hasta el apuntador.
Ganarse el respeto y el afecto de un pueblo meridional como
es el ceutí, tan tremendamente hospitalario no es ninguna
proeza, bastan unas buenas pinceladas de buen hacer, un par
de puñetazos en su momento sobre la mesa cuando aparezcan
los listillos de turno con sus eternas listas de agravios y
un reconocimiento expreso de la labor impecable y elogiable
que en esta ciudad realizan los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado. Con Juan Vivas no tendrá problemas,
porque es un ser entrañable y un hombre de Dios en el más
amplio sentido del término. Nuestro nuevo Delegado empieza
su tarea con el recuerdo gratísimo del anterior y con la
responsabilidad de saber que todos confiamos en él y
depositamos en su profesionalidad la esperanza del progreso
y el bienestar de la comunidad.
La calidad de vida y la felicidad de una ciudad es un
objetivo tan inmenso y tan hermoso, que considero al
Delegado un ser muy afortunado, por la cantidad de cosas
como Dios manda que tiene la posibilidad de hacer. Será que
Dios manda en todo lo bueno y lo bello del Universo. Jenaro,
bienvenido, las manos de esta humilde articulista en tus
manos, que Dios te bendiga y que la luz te acompañe.
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