El salón de actos del Centro Asociado de la UNED acogió
anoche la presentación pública del libro ‘Fuerzas Regulares
Indígenas’ que han escrito cuatro componentes del Grupo de
Regulares nº54 de Ceuta muy ligados al nacimiento y
desarrollo tanto del Museo de Regulares como del Cuaderno
Tabor: José María Jiménez, Juan García del Río, José Luis
Pérez Santaella y Carlos González Rosado y cuya introducción
corrió a cargo del cronista oficial de la ciudad, José Luis
Gómez Barceló.
El volumen recoge un corto pero intenso período de tiempo
que comienza con el nacimiento de las Fuerzas Regulares
Indígenas de Melilla, el 30 de junio de 1911, y finaliza en
diciembre de 1914. En una primera parte, el libro (prologado
por el teniente general Juan Yagüe) hace un recorrido por la
creación de esta unidad de élite del Ejército español y,
posteriormente, se incluye un anexo con datos acerca del
creador de la unidad así como de la uniformidad y las
condecoraciones de esta unidad con casi cien años de
historia a sus espaldas.
El objetivo de sus autores era hacer un recorrido histórico
hasta la actualidad de este grupo con sede en el
acuartelamiento ‘González Tablas’ en el barrio de Hadú pero
el volumen de información acerca del Grupo de Regulares es
tal que tuvieron que plantear el proyecto de otra manera y
pensar en editar más de un libro para poder abarcar estos 95
años ya que tan sólo este primer volumen les ha supuesto
cuatro años de trabajo e investigación.
Según uno de sus autores, Carlos González, el proyecto
surgió porque apenas sí había publicaciones acerca de los
Regulares “y lo poco que había presentaba muchas veces
errores porque la gente no había venido a la fuente que es
el Grupo de Regulares de Ceuta nº54 y que es donde se
conserva el historial de la unidad desde su origen hasta
nuestros días”.
Viendo estos errores, explica, “nos vimos en la necesidad de
corregir estos errores y de hacer llegar a los ciudadanos la
verdad de lo que ha sido nuestra historia”.
Así ha surgido un volumen que cuenta con más de 500
fotografías, muchas de ellas procedentes de colecciones
privadas y de familiares de antiguos Regulares gracias a los
cuales ha sido posible hacer una completa reconstrucción de
la historia de la unidad más condecorada del Ejército y en
la que el soldado de a pie tiene un papel más relevante:
“nosotros hemos querido mostrar cómo era la vida en campaña
sobre todo en la zona de Tetuán”, señaló González. Algunas
de las fotografías más destacadas incluidas en el volumen
son las referidas al personal indígena que ingresó en las
Fuerzas Regulares y que murieron o quedaron heridos en las
primeras campañas del protectorado español en Marruecos.
La idea de publicar el libro surgió mucho después ya que lo
que en un principio pretendían sus autores era hacer un
recorrido histórico del Grupo “y dejarlo para el museo” pero
visto el exhaustivo trabajo realizado se creyó oportuno
publicarlo.
Nacimiento
La unidad de Regulares se creó en Melilla con motivo de la
continua extensión de los territorios del Rif ocupados por
España y ante la necesidad de contar con elementos indígenas
afectos a España, con cohesión y disciplina y capaces de
cooperar en las operaciones tácticas con las tropas del
Ejército.
Indumentaria
Tradicionalmente, lo que ha caracterizado a los Grupos de
Regulares ha sido el color garbanzo de sus uniformes
acompañado de la faja distintiva de cada uno de ellos: azul,
verde o roja así como el uso de la capa blanca denominada
‘alquicel’ y la azul y roja llamada ‘sulhan’.
La prenda de cabeza la constituye un gorro moruno de fieltro
rojo con forma cilíndrica denominado ‘tarbuch’. Los
gastadores lucen bolsas de costado llamadas ‘skaras’.
El emblema de estas unidades está formado por una media
luna, denominada de Ramadán, y por dos fusiles cruzados.
En la actualidad, permanecen dos grupos de Regulares en el
Ejército español, uno en Ceuta con la denominación de ‘Grupo
de Regulares de Ceuta nº54’ con faja azul y otro en Melilla
con el nombre de ‘Grupo de Regulares de Melilla nº52’ con
faja roja.
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