El polémico tema de los matrimonios de conveniencia saltó a
la palestra cuando el pasado 19 de mayo el presidente del
Tribunal superior de Justicia de Valencia, Juan Luis de la
Rúa, alertó del incremento de estos.
Este fenómeno ha sido frecuente en las ciudades de Ceuta y
Melilla y en la actualidad son en las que más frecuentemente
se producen este tipo de matrimonios. Ante el fenómeno de
este aumento, ya en el año 1995, la Dirección General de los
Registros y del Notariado aprobó la Instrucción de 9 de
enero de 1995, sobre expediente previo al matrimonio cuando
uno de los contrayentes está domiciliado en el extranjero,
estableciéndose unos criterios para verificar la
concurrencia de todos los requisitos legales necesarios para
la validez del matrimonio.
Sin embargo, el control real resulta verdaderamente difícil,
solo hay que pensar en las cifras: según el Informe sobre el
Movimiento Natural de la Población , que hizo público el
pasado 22 de junio el Instituto Nacional de Estadística, uno
de cada diez españoles que contrae matrimonio lo hace con un
extranjero. Según informó el INE, de los 215.322 matrimonios
que se registraron el año 2004, en 30.637 al menos uno de
los cónyuges fue extranjero. De estos, en 13.459 casos fue
un hombre español el que se casó con una extranjera y en
9.012 casos una mujer española la que se casó con un
extranjero. En la actualidad, con la venida masiva de
inmigrantes de los últimos meses probablemente estos datos
se hayan disparado.
Se trata de un fraude difícil de perseguir por parte de las
autoridades, ya que su investigación choca con el derecho a
contraer matrimonio, como derecho fundamental de las
personas. Las leyes tratan de evitar disuadir a los
contrayentes de este fraude ya que constituye un un abuso y
perjuicio por las dos partes contratantes.
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