Con su característica tranquilidad y su media sonrisa
habitual, Jerónimo Nieto se despidió de su cargo en
Delegación de Gobierno y pasó los trastos a José Jenaro
García-Arreciado, viejo conocido de Nieto en su etapa de
diputado por Ávila. El ya ex delegado se mostró satisfecho
con sus dos años de gestión como representante del Gobierno
de la Nación en Ceuta aunque recordó que, en su día, al
asumir el cargo le avisaron de que Ceuta “era una ciudad
compleja”.
Nieto destacó la relación “fluida” que había mantenido con
la Ciudad, elogio que Juan Vivas devolvió en su
intervención, y agradeció especialmente el trabajo realizado
por los funcionarios de Delegación que había creado un
“entorno de eficacia”.
Jerónimo Nieto cedió el testigo a su amigo y compañero de
bancada socialista en el Parlamento, José Jenaro
García-Arreciado, y le recordó que “quedan muchas cosas por
hacer”, aunque por su experiencia juntos, sabía que lo
“sacaría adelante muy bien, segura,ente mejor que el
delegado saliente”, ironizó.
Nieto se despidió también de los sindicatos, la
confederación de empresarios y resto de autoridades que
abarrotaban la Delegación de Gobierno de Ceuta.
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