La secretaria de estado de Inmigración y Emigración,
Consuelo Rumí, ha analizado, en una entrevista al Diario
Montañés, la situación actual de las relaciones entre España
y Marruecos. A su entender, “nadie daba un duro por la
cooperación” con el país vecino y “hoy es un ejemplo” en
Europa. Asimismo, resaltó que mientras que cuando gobernaba
el Partido Popular, la ayuda era “nula”, ahora las
condiciones son “mucho mejores” porque la presión migratoria
se ha desplazado a los países subsaharianos.
Aunque “nunca” son suficientes los esfuerzos cuando se habla
de inmigración irregular, Rumí considera que Marruecos “no
ha utilizado” el problema de la inmigración masiva como un
arma de presión y es que, según su experiencia vivida, la
relación con el reino de Mohamed VI ha sido “franca” desde
que está en el cargo, ni siquiera cuando se produjeron las
avalanchas de inmigrantes, el verano pasado, en Ceuta y
Melilla.
Al respecto del papel del gobierno español en materia de
derechos humanos, insiste en que el ejecutivo es responsable
de “sus propias acciones”.
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