Por encima del personaje de la
política que pudiera acarrear la figura de Cristobal Montoro,
se encuentra la condición personal de experto económico. Una
de las mentes más preclaras del país en el conocimiento del
principal motor de la sociedad, la Economía.
Habiendo sido el artífice del modelo actual del Ipsi y que
ha de rediseñarse para una adaptación más competitiva que
ayude al sector empresarial ceutí en el objetivo alcanzar un
mejor posicionamiento en el mercado, el ex ministro de
Hacienda ha aceptado ahora la petición del Gobierno de Ceuta
para estudiar, analizar y diseñar estrategias propias que
sean capaces de situar a la Ciudad Autónoma en un lugar
privilegiado en el medio plazo que la adapte con la
flexibilidad necesaria al nuevo entorno geo-económico que se
avecina.
Con un sector en crisis como es el comercio, con la
potencialidad turística de Ceuta como punto concreto y
encrucijada entre dos mundos; con la historia que arrastra
la ciudad como fuente de cultura heredada de los múltiples
asentamientos de otras tantas civilizaciones, el estudio
tendente a analizar la futura nueva realidad y el papel que
debe desempeñar Ceuta en este entorno se vuelve vital para
la subsistencia de la ciudad.
La confianza en uno de los gurús de la economía en España y
la aceptación de éste para situar a Ceuta en el camino de la
prosperidad, capaz de sacar provecho de ese nuevo entorno
que está cambiando, provoca la tranquilidad tanto del actual
como del futuro inversor.
Ceuta puede porque siempre supo y pudo adaptarse a los
tiempos, a los momentos más duros. El dinero suele ser
cobarde y no son pocos los que han plegado velas después de
haber absorvido todo lo que pudieron de la ciudad. Ahora,
quizá, llegue el momento de que aquellos, los que han
logrado vivir a cuerpo de rey gracias a la actividad que les
proporcionó esta tierra, ayuden a regenerarla. Se lo deben,
se lo debemos. Los que aún así piensen en seguir
esquilmándola, son adjudicatarios de un calificativo nada
agradable ni al oído, ni a la vista.
|