24. Lunes
Ferenc Puskas, cuando aún estaba con lucidez, fue el primero
que opinó de Raúl González, de manera singular, siendo éste
acaparador de todas las portadas de la fama. Vino a decir,
el astro húngaro, más o menos, lo siguiente: se esfuerza
demasiado para hacer lo que hace. Raúl González lleva tres
años sumido en una crisis de la cual parece que no va a
salir. Y, para colmo, se lesionó gravemente la temporada
pasada. De ahí que no se hayan cumplidos los vaticinios de
Fernando Hierro: Raúl viene como un Ferrari y no habrá quien
lo pare. Tan a punto como un coche de carrera lo han querido
poner los entrenadores que ha tenido el siete durante las
tres temporadas que lleva ya sin dar pie con bola. Y todos,
incluido el seleccionador nacional, han confiado ciegamente
en recuperarle para el fútbol de la alta competición. Sin
conseguirlo. Fabio Capello ha sido el último que se ha
referido al capitán madridista: “Necesitamos gente con
ganas, recuperar a Raúl es fundamental, y él también está
convencido, es una apuesta que tenemos los dos”. Todos
queremos, sin ningún género de dudas, la recuperación de
Raúl. Pero de no ser así, no creo que a éste se le ocurra
declarar que no ha tenido la ayuda necesaria. Yo pienso que
los entrenadores se ponen de su parte por el historial que
lo avala, y nunca porque está ganando más de mil millones de
pesetas. A lo mejor estoy equivocado.
25. MARTES
Son las dos de la tarde y el sol amenaza con fundirnos los
plomos a quienes osemos ponernos a su alcance en la avenida
del alcalde Sánchez Prados. Aun así, aunque buscando refugio
en los soportales, me hallo con un corro presidido por
Mohamed Alí. Lo inmediato es pararme a saludar a cuantos en
él se encuentran. Mas como llevo prisa, no dudo en dirigirme
al baranda principal de la UDCE. Que sepas, Alí, le digo,
que en mis escritos jamás he tratado yo de menoscabarte,
sino todo lo contrario. Su respuesta no se hizo esperar: “Yo
acostumbro a leerte y nunca he tenido motivos para sentirme
molesto por lo que hayas dicho de mí. Tal vez sea que te han
llegado noticias distorsionadas y dispuestas a causar
malentendidos entre nosotros”. Y ahí quedó todo. Si bien,
antes de coger las de Villadiego, porque el sol era de
justicia, procuré despedirme de Hadu Mussa, siempre amable y
ponderado.
26. MIÉRCOLES
Antonio Cassano llegó a un Madrid que estaba dando tumbos la
temporada pasada. Y lo hizo, además, en unas pésimas
condiciones físicas. Se había descuidado y parecía cualquier
cosa menos un deportista. Tampoco su escasa estatura ayudaba
a disimular su obesidad. Se presentó ante el Betis, en
partido copero, y dada su calidad, los pocos minutos jugados
dieron pie a la esperanza. Craso error. Jamás tuvo
continuidad y cada vez que salía fue motivo de mofa de los
críticos. Y a mí me daba mucha pena ver a una auténtica
figura de la Liga italiana, causando risas entre quienes
aprovechaban la situación para zaherirle alevosamente. En
apenas siete días, le he visto ya dos partidos de
pretemporada, cierto que frente a un rival de segunda y otro
compuesto por aficionados de la localidad donde el Madrid
está llenando el depósito de reservas físicas, y en los dos
me ha encantado. Clarividente en el pase, certero ante la
portería, hábil manejando el balón, y desde luego con una
disposición extraordinaria y unos deseos enormes de
intervenir en el juego. Prueba evidente de que su mejora
física se está produciendo. Puede ser, sin duda, uno de los
mejores fichajes de esta temporada.
27. JUEVES
Mabel Deu, la consejera de Educación y Cultura, era una
auténtica desconocida para mí hasta que un buen día, de hace
ya varios años, supe algo de ella durante las Fiestas
Colombinas de Huelva. Aquellas fiestas dedicadas a Ceuta y
en las que también pude descubrir las razones por las cuales
Pedro Rodríguez, alcalde de Onuba, era tan votado y gozaba
de tanta popularidad. A partir de entonces, debido a la
buena actuación que la señora Deu tuvo como embajadora de
esta ciudad, tras ausentarse Juan Vivas de Huelva, siempre
la miré con buenos ojos. Al coincidir con ella, y en vista
de que no solemos vernos mucho, la conversación dio pie para
recordar aquel acontecimiento. Aunque ella, mujer a fin de
cuentas, me recordó que tampoco olvida cuando le escribí que
había perdido lozanía. Terminanos riéndonos y le di las
oportunas explicaciones por haberla tratado con cierto
despecho. Puesto que es indiscutible que Mabel Deu sigue
estando vigorosa y fresca. Ya estamos en paz, consejera.
28. VIERNES
Mohamed Alí, aprovechando que a Zapatero le pusieron la
kufiya y se dejó fotografiar sonriente, y que Pepiño Blanco
largó contra Israel, se creyó que todo el monte es orégano y
quiso que Antonia María Palomo se pusiera al frente de la
manifestación a favor de Palestina. Y se ha encontrado con
un no rotundo que le ha hecho criticar a los socialistas de
Ceuta. El baranda de la UCDE está convencido de que el
socialismo de esta tierra nada tiene que ver con el que
predica el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. En una
palabra, que a los socialistas de Ceuta les da miedo el
serlo. Incluso denuncia que en el Gobierno de la Ciudad
existen muchos prejuicios. Hombre, Alí, tú mejor que nadie
sabes en el sitio donde vives y no querrás que los políticos
hagan suyas tus ideas en cuanto concierne a lo que está
ocurriendo en el Mediterráneo Oriental. ¿Te imaginas tú
siendo cabeza de manifestación junto a personas que clamen
justicia favorable al pueblo de Israel? Cada cual ve la
verdad desde su perspectiva. Y cada perspectiva es única. No
exijamos, pues, a los demás que hagan lo que nosotros
tampoco podríamos hacer. En este caso, estimado Mohamed Alí,
Antonia María Palomo ha actuado como debía. A otra cosa,
mariposa
29. SÁBADO
Las Fiestas Patronales han comenzado y mucha gente, durante
varios días, irá a los bajos de la Marina deprisa y buscando
pasárselo en grande. Cierto que las ferias se han quedado
anticuadas, sobre todo para quienes no son amigos de ruidos
ensordecedores y que no encuentran sitios hechos a la medida
para conversar entre copa y copa y deleitarse posando la
mirada a hurtadillas donde merezca la pena hacerlo. Pero,
llegadas estas fechas, me gusta mirar hacia atrás y
recrearme en aquellas primeras fiestas que a mí me tocaron
vivir en una ciudad que tardó nada y menos en conquistarme.
Y es entonces cuando me acuerdo de Eduardo Hernández. Porque
él cumplía con un ceremonial antes de poner los pies en el
recinto ferial. Un parte de él consistía en cenar en los
jardines del Hotel La Muralla y alegrarse el ánimo en todos
los aspectos antes de acudir a la cita con los amigos que ya
nos esperaban en sitio acorde con nuestras pretensiones.
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