Un ciudadano marroquí de 52 años ha sido condenado a dos
años de prisión por un delito contra los derechos de los
ciudadanos extranjeros cometido el pasado mes de enero
cuando, tras cruzar la frontera procedente de Marruecos
intentó acceder al ferry que lleva a la Península con un
compatriota oculto en el maletero de un Opel Frontera.
Eran las 7.20 horas de la mañana cuando los agentes de la
Guardia Civil se percataron de la presencia del inmigrante
indocumentado que viajaba encima de unos bultos con comida y
tapado por unos colchones que portaba en el espacio que
quedaba tras abatir los asientos traseros del vehículo.
El condenado, A.K, reconoció en el juicio oral que no sólo
era plenamente consciente de la presencia del indocumentado
sino que, además, lo había ayudado a ocultarse en el
interior del vehículo. Según su relato, ambos habían
acordado viajar juntos hasta Francia, país en el que reside
el condenado, pero que, una vez en la frontera de Marruecos,
no dejaron pasar a su acompañante y mientras sellaba el
pasaporte, éste se introdujo en el vehículo para pasar
clandestinamente.
Al reconocer que sabía de la existencia de esta persona
-dice la sentencia- “es imposible no presumir por su enlace
cierto y directo que su objetivo, ya fuese económico, que no
se ha acreditado, altruista o de otra clase, fuese otro que
ayudarle a acceder a territorio peninsular de forma
irregular”.
El tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial
de Cádiz con sede en Ceuta estimó probado que la conducta de
A.K. lo señalaba como autor directo de un delito consumado y
que por tal motivo se le debía imponer una pena privativa de
libertad de dos años además de ser inhabilitado para el
ejercicio del derecho de sufragio pasivo por el mismo
periodo y de serle retirado el Opel Frontera en el que se
cometió el delito.
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