El gerente de Emvicesa viaja
mañana a Madrid para tratar de avanzar un pasito más en esa
dura carrera que supone la edificación de nueva vivienda en
Ceuta. Conocido es el déficit en esta materia, que trata de
ser subsanado por diversas e ingeniosas vías. Recuperar la
competencia en Urbanismo o liberalizar suelo urbano mediante
un sinfín de fórmulas, como la muy repetida y nunca iniciada
Base Única o el monumental Plan de Equipamientos y Vivienda,
son algunas de ellas. Fomentar la habilitación de toda
vivienda desocupada debiera ser otra. Cada pequeño avance es
una gran victoria, tal y como están las perspectivas, y lo
prueban las numerosas colas en Emvicesa cada vez que se
lanza una promoción protegida, como el actual caso de
Villajovita, con más de 1.300 solicitudes recibidas para 40
viviendas en sorteo.
En todo este proceso de reestructuración urbanística y
liberalización de suelo, la Ciudad debe encontrar en la
Administración General del Estado un aliado y nunca un
opositor a sus demandas. De ahí las frecuentes visitas a
Madrid de cualquiera de los representantes del área a
Madrid, ya sea el consejero Ferrón, el viceconsejero Doncel,
Márquez de la Rubia o los tres juntos.
La reunión de mañana puede definir la actuación prevista en
Loma Colmenar, un solar que concentra muchas de las
expectativas de la Ciudad a medio plazo, ya que permitiría
la habilitación de casi un millar de nuevas viviendas. El
método escogido por el ministerio es original y novedoso: un
concurso de ideas para jóvenes arquitectos para asegurar que
los proyectos resultantes sean, además de prácticos, frescos
y vanguardistas. Esta reunión debe marcar una nueva línea de
entendimiento tras el previsible fracaso de la Ley del Suelo
(que aún puede remontarse e incluir las legítimas
aspiraciones ceutíes en materia de urbanismo). Cada pequeño
avance es una victoria, si hablamos de vivienda.
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