El desconocimiento es una peligrosa fuente de miedos. Hay
quien teme a un extranjero, a quién le aterra el futuro o el
que prefiere rehuir de quien padece una enfermedad mental.
La esquizofrenia es una de esas afecciones, desconocidas por
la mayoría y, por lo tanto, poco aceptadas.
Para luchar contra esta ‘mala imagen’ promovida
pincipalmente por algunos medios de comunicación, nacen
asociaciones como ACEFEP -Asociación Ceutí de Familiares de
Enfermos Psíquicos-. Su primera finalidad es la de ofrecer a
los familiares de personas con alguna de estas enfermedades
un espacio de reunión y debate.
La asociación no es nueva, se fundó en el año 1993. Lo
novedoso reside en sus próximos proyectos. A partir de
septiembre, la agrupación comenzará un listado de
actividades y talleres orientadas a las personas que padecen
este tipo de enfermedades así como a los que conviven con
ellos. La presidenta de la ACEFEP, Mari Carmen Barranco,
asegura que se trata, “fundamentalmente de las madres”. La
salud social, mental y física de una persona que cuida 24
horas de un familiar puede verse resentida. Lo que ofrece la
asociación es “un respiro” a esos familiares, “sobre todo
mujeres de entre 50 y 60 años”, que se dedican en exclusiva
al cuidado del afectado.
Una enfermedad desconocida
La mayoría de personas ignora qué es la esquizofrenia. El
problema arriba cuando lo desconocen los propios familiares
y los prejuicios hacen pensar rápidamente en estereotipos.
La vicepresidenta de la asociación ceutí, Ana Belén Núñez,
sostiene que una persona que padece la enfermedad puede
tener brotes esporádicos, pero que con la medicación
adecuada y la terapia, estas personas llevan una vida
normal. “Puede pasar sólo una vez en la vida”, insiste.
Todo el mundo tiene sus límites, independientemente de
sufrir o no una enfermedad. Una de cada cien personas padece
esquizofrenia. Lo que en una ciudad como Ceuta podría
afectar a unos 700 habitantes, según las estadísticas. Y uno
de cada cuatro habitantes del planeta padece cualquier otro
tipo de enfermedad psicológica.
Sin embargo: ¿En qué consiste la esquizofrenia? Se trata de
una percepción diferente de la realidad. Las personas
escuchan o ven algo que el resto no percibe, pues no es
real. La alucinación, nítida como la vida misma, siempre
muestra algo negativo, lo que hace que el afectado sufra. Y
aquí es donde la ignorancia, tal vez también propiciada por
la falta de apertura de las personas que padecen la
enfermedad, hace que se generen falsos conceptos.
Núñez asemeja la enfermedad con un monstruo dormido. Hay
personas que tienen -por diferentes motivos no del todo
conocidos- una predisposición biológica a desarrollar
esquizofrenia. Si, por razones laborales o personales -la
muerte de un familiar, un parto, la pérdida de un
trabajo...-, sufren una situación muy estresante, de
debilidad emocional, el brote puede aparecer. Aunque lo hará
siempre después de la crisis, una vez superada la situación
de estrés.
La medicación farmacológica ayuda a superar la dualidad que
se plantea ante la alucinación: “¿tendré el problema yo o lo
tienen los otros?”. La imagen es tan evidente que apenas se
diferencia del resto de objetos o personas que sí pertenecen
a la realidad. Sin embargo, “si no dejas de tomar la
medicación no hay ningún problema”, indica.
Salir del sofá
El primer paso de cualquier enfermedad mental es al
aceptación. Lo más difícil. El eslogan de la asociación
nació, según su presidenta, a partir de la famosa expresión
‘salir del armario’. “Nosotros optamos por salir del sofá”
porque la persona que pacede estos brotes tiende a tumbarse
en el tresillo.
Se trata de una dolencia muy unida a la depresión, que se
produce por el ensimismado hábito de no querer relacionarse
con los otros. ACEFEP propone que estas personas, junto a
sus familiares, se levanten del sofá.
El próximo paso, sería que se levantase la sociedad. Una
persona con una enfermedad mental tiene muchos más problemas
de integración socio-laboral que el resto. La mayoría de
estos usuarios no comenta el problema para no perder un
puesto de trabajo. “Hay que ocultar que eres un enfermo
mental, porque si no, no te contratan. Hay que esconder una
parte de la realidad”, lamentan desde la asociación.
Muchos proyectos
Aunque ACEFEP se creó en el año 93, no fue hasta 2002 cuando
pasó a formar parte de la confederación FEAFES -Federación
Española de Familiares de Enfermos Psíquicos-, con sede en
Madrid. Lo que era una agrupación de familiares de afectados
ceutíes se ha convertido en una asociación llena de
proyectos, que verán la luz pasado el verano.
La Consejería de Sanidad y Bienestar Social de la Ciudad
Autónoma contribuye con subvenciones anuales desde hace dos
años. En el primer trimestre de 2006, se firmó un convenio
por el que la Ciudad apoya un proyecto que desarrolla la
asociación, la prestación de un servicio público.
Los talleres y cursos, destinados a las personas con la
enfermedad, tratarán sobre la historia de la ciudad,
manualidades, musicoterapia, psicoballet, deportes y cocina,
entre otros y se llevarán a cabo por el voluntariado de
muchos universitarios de la Facultad de Educación. Además,
la asociación hará unas jornadas de formación para el
personal que trabaja habitualmente en la sede -un
administrativo, un psicólogo y un técnico en Integración
Laboral-.
Para los familiares de los afectados, ACEFEP creará la
‘Ecuela de Padres’, unas sesiones de reunión y puesta en
común de temas que a todos interesan. “Hay familias que
están sobrecargadas”, explica la presidenta, lo que
convierte a esta Escuela en un foro de reunión para
“descargar” sentimientos y compartir experiencias.
La Asociación Mundial de Psiquiatría lanzó, en el año 2000,
el programa ‘La Esquizofrenia abre sus puertas’. El primer
pilar de este proyecto era la integración social de estas
personas. En aquel momento, se estimaban 800.000 casos en
todo el territorio español, de los cuales, la mitad, tenía
“cura totalmente”, según el presidente de la Asociación,
Juan José López-Ibor. La normalización del problema y la
perfecta integración en la vida socio-laboral aumenta, según
el mismo investigador, la cifra de personas que consigue
curarse “por completo”.
La esquizofrenia suele aparecer en la adolescencia -el 50
por ciento de los afectados son jóvenes menores de 35 años-
, por lo que la inmersión familiar es patente. Así, los
expertos aconsejan que, desde el hogar, el problema se
aborde de modo precoz.
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