La empresa Mejillones y Mariscos de Ceuta confía en poder
lanzar su primera producción en el mes de septiembre, que
será de unas 20 ó 25 toneladas semanales y se prolongará
hasta el mes de marzo. “En seis meses la producción
alcanzada puede llegar a las 600 toneladas”, explicó Víctor
Unzalu, propietario de la empresa que recientemente ha
tenido que contratar un barco de Algeciras para colocar una
de las bateas, que había perdido su posición a causa de la
mar gruesa. “Se trata de un barco muy parecido al que nos
están construyendo en Cambados y con el que empezaremos a
operar en tres o cuatro meses. Tienen que que ser barcos con
unas características muy especiales para que puedan mover
las bateas de una forma óptima”, explicó Unzalu.
Cinco bateas
La empresa ha colocado hasta el momento cinco bateas, pero
la andadura no ha sido fácil. La primera producción de
mejillas fue devorada por los sargos y el contratiempo hizo
perder un mes y medio de trabajo. La solución fue traer de
nuevo pequeñas mejillas, esta vez bien protegidas, que
actualmente crecen según lo previsto. Y por otro lado, se
trajeron otros mejillones un poco más grandes cuya primera
producción se espera para el mes de septiembre.
Por otro lado, Mejillones y Mariscos de Ceuta se ha
encontrado con otra situación imprevista. Los estudios
realizados revelaron que el agua de Ceuta no era de tipo A,
sino del tipo B, lo que obligaba a la empresa a modificar su
estrategia. En lugar de vender el mejillón fresco, pasaría a
cocerse y congelarse previamente. Este cambio repentino e
imprevisto llevó a la empresa que dirige Víctor Unzalu a
interesarse por Acuicultura de Ceuta. En estas instalaciones
podría realizar esta transformación para tener el producto
listo para su salida. “Pensamos que tenemos opciones reales
de acceder a estas instalaciones, pero no pretendemos que se
garantice nuestro uso exclusivo. Si existen otros proyectos
viables que generen riqueza y empleo en Ceuta, no tendríamos
ningún inconveniente para, en la manera de lo posible, hacer
funcionar ambas iniciativas compartiendo las instalaciones”,
explica Unzalu, quien asegura estar dispuesto a negociar
llegado el momento.
El empresario asegura que su proyecto no es especulativo,
sino industrial, y que va a entrar a competir “en un mercado
en el cual cada uno va a establecer todas las estrategias
posibles para ser competitivo”. Unzalu entiende que en un
proyecto que pretende generar un valor económico, la máxima
es el desarrollo productivo por encima del aprovechamiento
de otros ‘inputs’ que puedan existir y sirvan para mejorar
aún este desarrollo, “aunque si existen, habrá que valorar
su aplicación”, aseguró Unzalu, refiriéndose a una
producción al amparo de las Reglas de Origen.
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