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OPINIÓN - DOMINGO, 23 DE JULIO DE 2006

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Hoy sábado, os lo tengo que contar, como el que no quiere la cosa, me voy de boda.

Oiga, amigo guardia,ya sabe usted que no soy muy amante ni de las bodas ni de los bautizos porque, el ir a ellos, me supone un gran sacrificio al tener que colocarme un traje y, ni te cuento, si me tengo que poner corbata. Eso es demasiado para mi body.

No es que, personalmente y en persona, me guste mucho eso de tener que ir de bodas, más que nada por el rollo macabeo de tener que ponerte chaqueta y corbata.

Abro el armario, para ver qué traje me pongo y qué corbata me pega con la camisa. Enorme problema el tener que elegir entre el traje azul o el traje azul. Decido ponerme el traje azul con una camisa blanca y deshecho el ponerme corbata que me hace ir como un florero y se me atraganta hasta el agua que vaya a beber. De todas formas, no incumplo ningunas de las reglas del juego porque, en estos momentos de modernidad, se lleva el traje sin corbata. Cosa que ha comprobado, servidor, en los presentadores de la tele, que salen descorbatados.

Me las paso canutas, intentando ponerme el traje, debido que uno ha tenido una ampliación de barriga.O sea eso que le llaman la curva de la felicidad.

No sé la razón de porqué le llaman al asunto,ese de aumentar la barriga la curva de la felicidad, cuando ninguno deseamos tener ese aumento de la tripa que, además de incomodo y tener que gastarte una pasta gansa en comprarte ropa nueva, es una jartá de feo dando la sensación de estar de siete meses.

Tengo que hacer un esfuerzo, pero es de todo punto necesario, nada más que tengo ese traje y, por tanto esa chaqueta.Y es que, a servidor, no le va el cambiarse de chaqueta, siempre ha tenido la misma y esa es la que sigue teniendo.

Oiga, cada quisqui, puede tener en sus armario todas las chaquetas que les venga en gana. Así se pueden cambiar de chaqueta cada vez que les apetezca ¡Será por cambios de chaquetas!.

La verdad sea dicha, voy haciendo un enorme sacrificio, tratando de meter la barriga hacia adentro para poder abrocharme el botón de la chaqueta. ¡Menos mal que no llevo corbata!.

Tengo que decir y digo, que no me importa nada hacer ese sacrificio y uno mayor si hace falta para asistir a la boda de Pachi e Inma, que han decidido casarse, hoy, en la Santa Iglesia Catedral a las nueve de la noche, usease a las 21 horas que dirían los cursis.

Y digo que estaría dispuesto a hacer el sacrificio que haga falta para asistir a esa boda, porque la novia, mi partícula Inmaculada es, nada más y nadamenos, mi ahijada.

Uno le tiene, a su ahijada, un gran cariño.Un cariño como dice la copla verdadero. Porque el cariño verdadero, el que sale de eso que tenemos en el centro del pecho, algo ladeado a la izquierda, es el mayor de los sentimientos.Y ese sentimiento real y autentico, es el cariño verdadero que, como dice la canción ”ni se compra, ni se vende”.

Nunca he sido esa clase de persona dada a expresar sus sentimientos alardeando de ellos de forma pública.He sido todo lo contrario, me cuesta un enorme trabajo expresar mis sentimientos porque, tengo el pleno convencimiento de que los sentimientos son algo tan íntimos que no hay que hacer alardes de ellos.

Por eso, Inmaculada, hoy tampoco los voy a expresar, pero en el fondo de mi alma, que se rompiera de emoción en pequeños cristalitos de colores cuando te vea dirigirte al altar, llevarás todo el gran cariño que siento por ti.

A Pachi, no le conozco y, por tanto, nada puedo opinar sobre él, ya que hacerlo sería una gran temeridad por quien no le conoce de nada, como es mi caso.

Claro, Macu, que si tú, mujer inteligente, los ha elegido como el hombre de tu vida, eso me basta y me sobra para, desde este momento, mostrarle todo mi afecto y entregarle, desde aquí y desde ya mi amistad, a quien mi ahijada eligió como esposo.

Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer y, aquí con esta boda, se cumple, perfectamente ese dicho.

Tú, Macu, eres sin duda alguna esa gran mujer que , siempre, estarás presta a darle todo el apoyo el amor de que eres capaz.

Os deseo, a ambos, de verdad, de esa verdad sin trampa ni cartón, que no se dice con palabras sino con el corazón, toda la felicidad del mundo.

Y ahora, Macu, con tu permiso, me tengo que seguir vistiendo para poder asistir a vuestra boda.

Me cuesta un gran trabajo abrocharme al pantalón poniendo sólo el primer boquete de la correa.

Ante tal es fuerzo desarrollado para ponerme el pantalón, miro la chaqueta y llego a la conclusión de que tiene que entrar sea como sea.

No hay más remedio que intentarlo.No tengo más chaquetas que ponerme, siempre he usado la misma. Lo intento, me entra y me siento orgulloso. No soy un chaquetero.
 

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