El mundo que rodea a un artista constituye su fuente de
inspiración. Su conocimiento sobre las calles, las gentes y
las maneras salpican sus cuadros de costumbres. El pintor
ceutí Paco León se siente orgulloso del mundo que le ha
tocado vivir y por su puesto, de su ciudad. Retratista de
una forma de ser, un cargo o una imagen que nunca volverá a
ser igual, León ha pintado al Comandante Conde y al Teniente
General López Olmedo. Sin embargo, el lugar que ocupa su
ciudad, su Ceuta, es ser seña de identidad de su pintura. El
paisaje se funde con una religiosidad que entiende cercana.
Este marinero en tierra creció entre sal y navíos con el
mimo propio de las enseñanzas de un padre a un hijo. La
versión ceutí del artista que ama tanto a su tierra y a los
suyos no embarcará. Nunca abandonará su casa, su playa, su
plaza. Siempre buscará el tema de su próximo cuadro en
Ceuta.
¿Cómo te imbuiste en el mundo de la pintura?
Empecé desde muy joven gracias a mi padre que se dedicaba al
modelismo naval. Aunque en realidad, era un ‘manitas’. Hizo
de todo, ganó varios premios en los años 30. Fue muy
conocido en Marruecos. Mi hermano y yo tomamos su ejemplo.
Aunque Gabriel hace esculturas. Además, nacer en la playa de
La Ribera creo que marcó en cierto sentido mi forma de
entender la pintura.
¿Acudiste a alguna escuela de Bellas Artes?
La verdad es que he sido autodidacta toda mi vida. Siempre
me gustó pintar y dibujar. Mi familia me ayudó mucho. Mi
primer trabajo fue ‘Un corazón de Jesús’. Aún recuerdo
cuando me ponía a pintar en cada copa de la plaza de África
, yo era entonces monaguillo y hacía dibujos de las calles
de Ceuta.
Eres muy conocido en la ciudad por tus retratos, pero
¿los paisajes también tienen un papel importante en tu obra?
Tengo toda Ceuta pintada y no se me agotan los temas. Cada
rincón de esta ciudad me sirve para realizar un nuevo cuadro
aunque procuro que siempre se vea el mar. El público me pide
constantemente escenas con el Monte Hacho de fondo. Es una
de las zonas míticas en Ceuta.
¿Te sientes reconocido en tu ciudad?
Creo que la gente me tiene mucho cariño. He tenido encargos
muy importantes como el que pinté del Teniente General López
Olmedo o mi obra más reciente, el retrato de Gutiérrez
Mellado. También he estado nominado en dos ocasiones para el
Premio del Hombre del Año. Fue muy emocionante el hecho de
que tu ciudad a través de la Consejería de Cultura y la
misma delegación del Gobierno piensen en ti y en tu trabajo
para este galardón.
¿Impartiste clases de pintura durante algún tiempo?
Sí, impartí clases en el Casino Militar a un grupo de unas
15 mujeres con muchas ganas. Eran señoras mayores que no
tenían una actividad que les motivara y les hice el favor de
dar algunas clases. Mi hijo me ayudaba. La verdad es que lo
adoran. Tiene mucho talento para la pintura. Dejé el tema
porque querían profesionalizar las clases y yo me presté
para disfrutar de una afición.
¿Qué estilo dirías que tiene Paco León?
Nuca me he planteado que mi pintura seguía a una escuela
determinada porque he ido evolucionando por mi propia
experiencia. Mi obra camina por el realismo pero siempre me
ha gustado pensar que tiene un toque impresionista, con el
que las pinceladas se ven un poco sueltas.
¿Necesitas algún lugar es especial para pintar tus
cuadros?
No soy nada sibarita. Últimamente pinto en mi propia
habitación. Me gusta estar cómodo y cerca de mi ambiente
familiar. Incluso me atrevería a decir que en esta última
etapa, trabajando en casa, pinto los cuadros con más
rapidez.
¿Estás en contacto con otros artistas de tu entorno?
Tengo muy buena relación con los artistas locales pero por
mi familia no he podido desplazarme fuera para exponer. Mi
familia es muy importante para mí, siempre me han apoyado.
‘El Levante del Lobo’ es obra tuya, ¿tiene un significado
especial para ti este homenaje?
Acepté el trabajo porque era muy importante para mi mujer
Isabel, ella me insistió. ‘El Levante del Lobo’ fue una de
las peores tragedias que vivió la ciudad. Murieron muchos
pescadores, hombres de La Almadraba muy queridos, entre
ellos, un tío mío. Se pusieron en contacto conmigo y tras
hablar con mi esposa no me pude negar. Ella es el principal
motivo por el que acepté hacer ese cuadro.
|