- El montaje de la feria sigue
avanzando a buen ritmo y, en nada, podré ver la finalización
de ese montaje, que dará paso a que, todos aquellos que
tienen casetas, se dediquen a decorarlas. Cosa nada sencilla
porque tiene más trabajo de lo que algunos puedan creer.
Decorar el interior de una caseta, para todos aquellos que
no lo hayan realizado nunca, puede parecer fácil, pero
entraña muchas dificultades y muchas pegas, de última hora,
que hay que solucionar sobre la marcha.
Y al final, cuando usted cree que todo está solucionado,
aparecen nuevas pegas incluso cuando faltan escasas horas
para abrir sus puertas.
Y cuando la feria termina, para todos aquellos que han
montado una caseta en el recinto ferial, para ellos no ha
concluido puesto que llega el momento de desmotar y y
limpiar cuanto pueda servir para el próximo año. Total par
de días más trabajando.
El montaje de las casetas, salvando las diferencias, en el
recinto ferial, me trae a la memoria la noche del debut de
cualquier espectáculo, donde los nervios están a flor de
piel y todo el personal en tensión.
El público, cuando se levanta el telón, no sabe nada de los
sacrificios tan grandes que se han tenido que realizar en el
montaje de la obra. Eso sólo queda archivado en la mente de
todos los que han intervenido en el mismo.
El respetable aplaude o deja de hacerlo, según le guste o no
la representación del espectáculo.
El aplauso será siempre para los actores que intervienen en
el mismo, pero nunca nadie decidirá dárle un aplauso, a
todos los que han hecho posible la preparación para que,
llegado el día, sea alzado el telón y el espectador pueda
disfrutar del espectáculo.
Ocurre, exactamente, igual que con el montaje de una caseta
en el recinto ferial. Y esto lo puedo decir, con el total
convencimiento y conocimiento de quien, durante nueve años,
fue `parte activa en el montaje y desmontaje de mi
inolvidable caseta “Los Abanicos”.
Servidor con el permiso del personal quiere enviar, desde
aquí y desde ya, a todos aquellos que desde varios días
antes de que se inicie la feria, llevan trabajando para la
decoración de las caseta, mi admiración y mi cariño.
Nadie debe sentirse molesto por ese olvido y escaso
reconocimiento a una labor desarrollada en la sombra, pero
que sin la misma sería imposible cualquier clase de
espectáculo.
Y digo, bien dicho por cierto, que nadie debe sentirse
molesto por ese olvido y escaso reconocimiento, porque eso
ocurre en todos los ordenes de la vida
Siempre se llevan todos los aplausos y todo el
reconocimiento las primeras figuras,y nadie tiene un mal
recuerdo para quienes, con su trabajo en la sombra, han
llevado a la primera figura del espectáculo a la fama.
Por cierto, vamos a aclarar para que nadie se llame a
engaño. Los que han trabajado en la sombra para conseguir
ese objetivo, no tienen nada que ver, con todos aquellos,
que cuando la figura triunfa por méritos propios, sacan
pecho y salen diciendo, que todo es debido a la labor que
ellos han desarrollado, cuando no han movido un dedo en el
montaje del espectáculo.
En ocasiones, algunos de ellos, de esos inútiles que sacan
pecho, incluso hubiésen dado algo porque fracasara el
montaje del espectáculo y se llevara por delante a la
primera figura.No es la primera vez, que esto ocurre, ni
será la última.
Estos conforman esa panda de caraduras que luchan, cada día,
por ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el
difunto en el entierro pero que, por mucho que se empeñen,
no consiguen nada.
El personal es, cada día, más entendido y ponen, a todos
estos caraduras, en el lugar que le corresponde.
Bueno, la verdad sea dicha, sí, consiguen el desprecio del
público y el ser mirado de arriba abajo, mientras se piensa
”que cara más dura tiene el gaché” .
Sin embargo hay personas, en todos los ordenes de la vida,
que desempeñan esa labor oscura sin esperar recompensa
alguna porque, entre otras cosas, no aspiran absolutamente a
nada, sólo a seguir trabajando en pro de aquello que
eligieron realizar.
Por supuesto que, todos estos trabajadores en la sombra, son
mal vistos por aquellos que conforman esa panda de caraduras
que se apuntan a un bombardeo si, con ello, pueden conseguir
algo en su propio beneficio. Sin señalar que está una jartá
de feo y, se les puede poner el cuerpo malo, con estos
calores que estámos padeciendo.
Es la vida, no le den más vuelta al asunto, unos trabajan
para que otros, que no dan un palo al agua, reciban las
felicitaciones y los agradecimientos, presumiendo y sacando
pecho, por algo en lo que no han intervenido, absolutamente,
para nada.
Por cierto, les aviso, que se vayan preparando, para cuando
estén en el recinto ferial, se dispongan a tener que
estrechar las manos y recibir los abrazos, de quienes sólo
lo hacen cada cuatro años y, después si te he visto no me
acuerdo.
¡Cuanta falsedad!
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