La lista definitiva de candidatos que aspiran a una de las
viviendas de Villajovita (recién elaborada y publicada hoy
en este periódico) consta finalmente de 1.025 personas. Esto
supone que a las 836 solicitudes admitidas inicialmente,
Emvicesa ha recibido casi 200 nuevas, tras finalizar el
plazo de diez días previsto para efectuar reclamaciones. Los
excluidos, finalmente, serán algo más de 400. El gerente de
Emvicesa, Francisco Márquez de la Rubia, indicaba ayer que
entre los casos de documentación incompleta, la mayoría
correspondían a personas que no podían probar su nivel de
ingresos, aunque también añadía que la entidad sería lo más
flexible posible con las garantías que estas personas
aportasen, con el fin de no excluir de las listas a
candidatos que cumplan los requisitos. Márquez explicó
igualmente que el proceso de selección sería implacable con
quienes no garantizasen la no posesión de otra vivienda.
De los 1025 candidatos resultantes, cada uno con un número y
ordenados por orden alfabético, 647 corresponden al cupo de
menores de 35 años, lo que supone el 63% del total de
demandantes. Márquez explicó que a este cupo estarán
destinadas mayoritariamente las casas de uno y dos
dormitorios.
El cupo general y de familia está compuesto por 364
candidatos, el 35,5% del total. Los 14 restantes, integrarán
el cupo de discapacitados físicos, para los que habrá
reservadas tres viviendas. Aunque sobre plano sólo una de
las 61 viviendas de Villajovita se construyó habilitada para
minusválidos motóricos, Francisco Márquez de la Rubia ha
afirmado que se adaptarán otras dos casas, una vez
adjudicadas, en función de la minusvalía de los
beneficiarios.
La suerte quedará decidida el próximo jueves 27 de julio a
través de un sorteo público que tendrá lugar a las 10,30
horas de la mañana en el polideportivo Campoamor y ante
notario.
Francisco Márquez ha afirmado que el sorteo “es un sistema
que garantiza la igualdad sin interferencias y sin
influencias de terceros, otorgando a todos los candidatos
las mismas oportunidades”. Para el gerente de Emvicesa este
sorteo se ha visto salpicado por algunas “críticas
interesadas, quizás porque los ciudadanos perciben que el
sorteo garantiza la igualdad y evita el clientelismo”,
afirmó. “Es la primera vez que se hace público y se
justifica cada paso del proceso”, concluye.
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