No sería ninguna novedad decir que el Vera Cruz es una de
las Cofradías con mayor patrimonio histórico y cultural de
la ciudad, como tampoco sería nada nuevo afirmar que Ceuta
cuenta con dos restauradores consagrados como son Daniel
Bellón e Inmaculada Rodríguez, aunque sí es noticia de
actualidad informar que ambos han llegado a un acuerdo para
restaurar a Nuestra Señora del Desamparo.
Todo empezó con el deseo de reparar la Imagen que tenía la
Cofradía que encabeza José Rodríguez Agüera, quien tras
reunirse con su Junta de Gobierno decidió encargar el
proyecto a dos restauradores locales, Dani e Inma.
El extenso currículum y el buen quehacer en su labor fue lo
que hizo que la Cofradía se decantara por ellos. Entre los
trabajos que han realizado en la ciudad podemos destacar la
restauración de la peana de la Virgen de África, del Retablo
de San Antonio (con la empresa madrileña ECRA), de la Virgen
del Carmen de la Almadraba, de un Crucificado de la Iglesia
de África, de la Buena Muerte y del Paso del Cristo de la
Humildad y Paciencia. No podemos olvidar la primera obra en
Ceuta de Daniel Bellón, el Niño Jesús del Belén Municipal
que se instaló en el Puente del Cristo.
El proyecto encargado por la Cofradía tomó forma en manos de
los restauradores, quienes lo entregaron a la Junta de
Gobierno que finalmente lo aprobó.
La única preocupación que tenía la Hermandad era que no se
tocase ni se modificase la expresión de la Imagen del
Desamparo, como tampoco cambiar ningún aspecto, aunque tras
hablar con el Hermano Mayor pudimos saber que la Cofradía ha
puesto toda su confianza en manos de los restauradores”.
Ayer visitamos la Casa de Hermandad del Vera Cruz, sita en
Muelle Cañonero Dato. Allí pudimos encontrar a ambos
desempeñando su trabajo, al cual le han dado un ritmo para
tenerlo finalizado en mes y medio.
Los trabajos consisten en una limpieza de la imagen, en
cerrar las grietas, las perforaciones y los arañazos que la
Imagen ha sufrido como consecuencia de los alfileres que se
utilizan cuando ésta es vestida, y también dar movilidad a
sus brazos, para poder cambiar la postura de éstos.
El propósito de los restauradores es dejar la Imagen tal y
como estaba, sin añadir ni modificar nada, ya que “ni se le
tocará la cara ni se le cambiará la expresión facial”.
La reparación del dedo meñique de la mano izquierda de
Nuestra Señora del Desamparo también está en el proyecto que
Daniel e Inmaculada están llevando a la práctica.
En cuanto a la reparación de las grietas y arañazos, los
restauradores han diseñado un eficaz esquema de trabajo.
Primero realizan una limpieza superficial de la Imagen, con
un líquido conseguido mediante la combinación de varios
disolventes, seguidamente se cubren las grietas,
perforaciones y agujeros con un material reversible parecido
al yeso, aunque también utilizan acuarelas en esta fase de
trabajo. Por último se lleva a cabo la reintegración
cromática, con la cual dejan la imagen tal y como estaba.
Tras estas labores, los numerosos rasguños que tiene la
Imagen desaparecerán. También han quitado las lágrimas del
Desamparo para que vuelvan a ser transparentes, aplicándole
posteriormente un adhesivo más eficaz e invisible.
Los trabajos para articular los brazos son más delicados,
por lo que han fabricado las piezas en poliuretano para
probar con éstas antes de ‘meter mano’ a las originales.
Todo apunta que la Virgen que acompaña a la Imagen más
valiosa de la ciudad estará lista en menos de dos meses,
gracias al buen ritmo de trabajo que ambos llevan, y a la
libertad que la Junta de Gobierno les está dejando debido a
la confianza depositada en ambos. De este modo, la Dolorosa
del Desamparo, que salió del taller valenciano de Rabasa
Pérez en 1952 volverá a tener la belleza que siempre ha
desprendido por las calles ceutíes cuando ha sido
procesionada junto a su hijo, el Santísimo Cristo de la Vera
Cruz.
Invertir los 5000 euros que cuesta el proyecto habrá
merecido la pena cuando el trabajo haya finalizado, ya que
la Imagen del Desamparo volverá a tener el esplendor que
siempre ha tenido y podrá mover sus brazos y cambiarlos de
postura.
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