Agentes de la Policía Nacional mantienen vigilado en Ceuta a
un grupo de personas presuntamente dedicadas a tareas
propagandísticas de la causa ‘yihadista’ en el entorno de
las mezquitas de la Ciudad Autónoma. Estas impresiones se
desprenden de un informe reservado de la Comisaría General
de Información elaborado en el mes de mayo que ayer
publicaba, en rigurosa exclusiva, el diario nacional ‘El
País’.
Según consta en el reportaje del periódico, desde hace seis
meses, la Policía mantiene tareas de vigilancia estrecha
sobre un grupo de personas que se dedican a actividades de
proselitismo relacionadas con la yihad islámica y con la
radicalización de las premisas del Islam.
Sus objetivos prioritarios de captación son los jóvenes que
se encuentran en los alrededores de las mezquitas de la
Ciudad Autónoma y los soldados profesionales de confesión
musulmana, a los que tratarían de acercar a las consignas
más radicales del extremismo islámico, entre ellas, su
particular guerra santa: la yihad musulmana.
Por toda España
El informe de la Policía dice mucho más. Muestra su
preocupación sobre el aumento en las actividades de
captación en las mezquitas de toda España que retrata con
más exactitud en otro informe reservado sobre la situación
en el primer semestre de 2006. El documento resalta, según
cita el diario ‘El País, que los investigadores no se
enfrentan a un grupo terrorista “al uso, sino con multitud
de grupos y células dispersos que cuentan con total libertad
de acción” y que, al parecer, responden con “inmediatez” a
los dictámenes de Al Qaeda. Como ha pasado recientemente en
los suburbios franceses, el informe alerta sobre la
radicalización de inmigrantes de segunda generación, que han
desarrollado un “fuerte sentimiento antioccidental, germen o
embrión de futuros comportamientos terroristas”. Estos
jóvenes habitan en lugares marginales “que dificultan su
integración” y proceden mayoritariamente, según apunta el
informe policial, de Marruecos y Paquistán. El artículo de
‘El País’ se hace eco también del aumento de inmigrantes de
origen asiático -Bangladesh o Paquistán- que se suman a las
premisas del islamismo más radical en mezquitas
clandestinas.
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