Los enfermeros se sienten, cada vez más, condenados al
limbo, a la tierra de nadie en la que se quedan los que no
tienen el estatus del médico pero tampoco una formación tan
básica como los que salen de un ciclo formativo. Se ven
desprotegidos por una profesión que carece del
reconocimiento necesario. La Ley no les permite hacer ni la
mitad de lo que saben. Y cuando les deja, no se aplica.
El Comité Ejecutivo Estatal del Sindicato de Enfermería -SATSE-
manifestó ayer la lista de reivindicaciones que presentaron
y darán a conocer al Ministerio de Sanidad en octubre. El
secretario general de SATSE en la Ciudad Autónoma, Emilio
Barrientos García, recordó los acuerdos tomados por el
Comité el pasado 6 de julio.
La construcción de la Mesa de la Profesión Enfermera,
vinculada al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional
de Salud, es una de las demandas más ambiciosas. Además,
piden a las consejerías de sanidad más apoyo. En el caso de
Ceuta, al no tener transferida la materia sanitaria, los
enfermeros quieren “que la consejera traslade nuestros
requerimientos al Ministerio”.
SATSE llevará a cabo una intensa campaña para recabar la
ayuda de organizaciones profesionales y sociales, y reunirá
en Congreso Extraordinario en octubre a todos los miembros
del sindicato.
Sin embargo, y lo que es más importante, el SATSE espera la
participación de los profesionales de Enfermería unidos.
“Para que todos consigamos el objetivo”, subrayó.
En primer lugar, el sindicato reivindica que la profesión
necesita reconocimiento y respeto, lo cual pasa por el
desarrollo de las nuevas competencias. También las nuevas
especialidades. Hay diplomados, especialistas, que no pueden
ejercer porque no existe la materialización de sus estudios.
La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias “asigna a
los profesionales de enfermería la dirección, evaluación y
prestación directa de los cuidados que requieran los
ciudadanos con fines curativos de prevención y
rehabilitación”, informó el secretario del sindicato en
Ceuta. En definitiva, la ley “nos asigna un amplísimo campo
que está por desarrollar”. Se trata de potenciar las
competencias y “los espacios profesionales que realmente nos
corresponden”.
Los enfermeros también se quejan del tiempo que pierden
esperando a un médico por no poder recetar. Hay muchos
medicamentos en los que no tienen capacidad de prescripción.
Tampoco pueden hacer nada en el ámbito de la salud escolar.
No se les permite dar charlas acerca de tabaquismo, obesidad
infantil, hábitos sociales y otras materias en las que
aseguran tener competencia más que suficiente para ayudar a
los maestros. “En todo aquello que afecta al nivel
socio-sanitario la Enfermería tiene algo que decir”. No sólo
se trata de medicar y de prescribir medicamentos sino de
cuidar a las personas que lo necesitan.
El sindicato comentó, además, la precariedad de la
turnicidad, lo que hace “que se resienta el profesional”.
Así, piden un plan especial de jubilación que adelante el
retiro de los enfermeros.
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