Cuando el arranque de la pretemporada está a la vuelta de la
esquina para casi todos los equipos de Segunda ‘B’ y el 31
de julio es la fecha límite para saldar las deudas con los
jugadores que han denunciado sus contratos en la AFE, el
futuro del CF Extremadura y la UD Melilla no está nada
claro. El equipo azulgrana, que atraviesa uno de los peores
momentos económicos de su historia, se encuentra realizando
las gestiones oportunas que le permitan salir de la
situación de caos que actualmente vive. Todo está pendiente,
según publica ‘El Periódico de Extremadura’, de una reunión
entre el presidente del club, Pedro Nieto, el Ayuntamiento
de Almendralejo y tres empresas de la localidad relacionadas
con la construcción, que han mostrado interés en ayudar al
equipo almendralejense.
La reunión prevista entre el Extremadura, Ayuntamiento y
estas tres empresas no tiene aún una fecha concreta, pese a
que el margen de maniobra de la entidad es cada vez menor
porque el 31 de julio los equipos morosos perderán la
categoría.
El papel del Ayuntamiento, clave
El papel del Ayuntamiento en la resolución de toda esta
historia se presume de vital importancia, según informa El
Periódico en su edición de ayer. El alcalde, José María
Ramírez, ha manifestado en diversas ocasiones su apoyo al
club y su predisposición a hacer lo posible para que la
entidad no desaparezca, con lo que su presencia en las
negociaciones se antoja primordial para que tengan un final
feliz. Ante la posibilidad de que finalmente esta vía
tampoco resuelva los males del Extremadura, el recurso sería
acudir a una ampliación de capital en la que podría
desembarcar dinero procedente de un empresario madrileño.
Pedro Nieto cifró días atrás la deuda global del Extremadura
en unos 500 millones de las antiguas pesetas, aunque añadió
que “lo más acuciante es salvar unos compromisos económicos
que podrían valorarse en algo más de 100 millones de
pesetas. En ellos están incluidas las cantidades que
adeudamos a los miembros de la plantilla, al personal no
deportivo del club y a algunos proveedores que confiaron en
nosotros y a los que debemos pagar ya”.
En el aspecto deportivo, la fecha prevista para volver al
trabajo e iniciar la pretemporada ha sido aplazada hasta que
no se resuelvan los problemas económicos.
Por otro lado, en Mellilla, tras la dimisión en pleno de la
directiva de la Unión Deportiva, este lunes podría formarse
la junta gestora que convocará una Asamblea Extraordinaria
urgente para elegir nuevo presidente y restituir el vacío de
poder que existe en el club azulino.
El Arcos y el Granada Atlético están muy atentos a lo que
pueda pasar con la UD Melilla. El beneficiado de un descenso
por impagos de los melillenses sería el Granada Atlético,
mientras que en el caso de una desaparición ascendería a
Segunda ‘B’ el Arcos de Ángel Oliva.
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