La obra de reconstrucción del tramo de la calle Santander
que se derrumbó el pasado 17 de abril por la erosión que
provocó el agua caída a presión tras la rotura de una
tubería, van a entrar en su novena fase, es decir la fase
final de ejecución.
La obra, asignada por la vía de emergencia a la empresa
‘Dragados’, redactora del proyecto, cumplió los plazos
establecidos en las primeras ocho fases. El plazo de
ejecución asignado fue de cuatro meses por lo que la
finalización de la obra debía producirse a mediados o
finales de junio.
La toma de algunas importantes decisiones de la última fase
ha retrasado los trabajos, esta semana no hubo actividad
ninguna, y en estos momentos se prevee que todo esté
finalizado a mediados del mes de septiembre.
Entre otros aspectos, se están decidiendo el tratamiento
final que se le dará al muro exterior, la pavimentación de
la zona del mirador o la actuación que se llevará a cabo con
los restos de lienzo de Muralla que quedó en pie.
Este imprevisto entraba dentro de los planes de los
arquitectos de la Ciudad Autónoma ya que el plazo de
ejecución podía variar en función de la complejidad de la
obra ya que al ser un proyecto de emergencia se trata de una
actuación abierta. Incluso aún los servicio técnicos esperan
el resultado de un estudio arqueológico para decidir lo que
se debe hacer con el muro histórico.
Además la Ciudad Autónoma se encuentra a la espera de una
contestación por parte del Ministerio de Educación y Cultura
para saber si el lienzo de la Muralla es competencia
ministerial. En su momento se descartó que dicha competencia
perteneciera a Defensa, que así lo comunicó.
Fases
La primera fase fue la ejecución de una plataforma de acceso
a base de tierra y escolleras, que servía además de primera
contención para evitar nuevos desprendimientos de tierra a
la playa. La segunda y tercera fase consistieron en la
colocación de una primera línea de pantalla de micropilotes
y una tanda de micropilotes intermedios.
La fase cuatro consistió en la ejecución de un muro de
contención de hormigón armado que permitió la reconstrucción
del acerado y el segundo carril, tal y como estaban antes
del derrumbe. Las fases 5 y 6, a las que se procedió
conjuntamente, consistieron en el relleno y la reposición de
las redes de infraestructura, abastecimiento de agua y
saneamiento.
Las fases 7 y 8 consistieron en la reconstrucción de la
losa, tanto calzada como acerado, habilitación del mirador,
pavimentación y urbanización general de la zona. Estas fases
tardaron unas cinco semanas en ejecutarse y fueron las que
permitieron la apertura del área al tráfico, ambos carriles,
y también peatonalmente.
En cuanto al presupuesto, el original de 2.180.000 euros, se
vio reducido a la cifra de 2.132.000 euros, aunque este
presupuesto todavía puede modificarse en función de las
necesidades de la obra.
|