“Me encuentro en posesión de la verdad”. José Luis Morales
resumió en esta sentencia la dialéctica inagotable que le
enfrenta a Unión Demócrata Ceutí (UDCE) y, más en concreto,
a dos de sus integrantes: Mohamed Alí y Abselam Abderrahaman
Maate. La decisión del grupo mayoritario en la oposición de
no participar en más actos institucionales hasta que el
Partido Popular impulse el diálogo entre ambos partidos,
volvió a despertar las críticas del consejero de Presidencia
durante la presentación del Plan Avanza.
Aunque, en un principio, no quiso hablar “por prudencia
política”, no tardó en señalar el “complejo” que demuestran
cada vez que decide opinar. Desde su punto de vista, los
miembros de UDCE se quieren erigir en “árbitros” de todas
las actuaciones del gobierno e hizo referencia a la petición
de unanimidad en la medalla de la Autonomía.
Morales criticó la falta de ética y coherencia de Alí por
percibir un sueldo de 2.800 euros mensuales correspondientes
a las reuniones plenarias e invitó al grupo integrante de
Coalición por Ceuta a que “no se miren tanto el ombligo”
para dedicarse a trabajar por sus electores que estarían
“encantados” de tener el “mínimo” trabajo y sus sueldos.
En este sentido, criticó la postura “cómoda” que demuestra
el grupo que lidera Alí al denominar ‘atentado contra la
honorabilidad’ su permanencia en el seno del ejecutivo.
El consejero aseguró que UDCE “nunca” conseguirá que se
quede mudo porque su palabra va “a misa” y se encuentra “en
posesión de la verdad”. Morales reconoció sentirse “muy
harto” ante una situación que se viene prolongando en el
tiempo desde hace casi un año. Finalmente, insistió en que
la solución sería que “se callasen”.
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