Para asustar a las gaviotas no sirven los espantapájaros. Al
menos eso dice Antonio González, el preparador del césped
del Alfonso Murube.
Las aves que caracterizan los cielos de las ciudades
costeras están causando graves problemas a los técnicos que
supervisan las condiciones del campo del Ceuta: “Las
gaviotas traen carroña al césped, trozos de pollo, pescado,
plumas y desperdicios de todo tipo. Lo peor son sus
excrementos que son muy ácidos y dañan mucho la hierba”.
Para neutralizar todos los inconvenientes que provocan las
llamadas ‘pavanas’ se están efectuando diferentes
tratamientos, pero además de los químicos se han pensado
otros quizá más efectivos para espantarlas. En muchos
estadios españoles también hay problemas de este tipo y los
clubes utilizan a halcones para evitar que palomas o
gaviotas perjudiquen la salud de los terrenos de juego. Pero
Antonio González ha propuesto que un perro custodie el
Murube ya que ni las barreras de metal de los entrenamientos
asustan a estos pájaros.
El lunes comenzará la pretemporada para la plantilla de la
Asociación Deportiva Ceuta y el estado de la hierba de su
feudo ha de estar en perfectas condiciones.
Antonio González es el encargado de que el estadio ceutí
esté cuidado los doce meses del año. Para él la temporada no
acaba en junio: “Aunque esté paralizada la competición
nosotros seguimos currando”. El martes abonaron el campo y
estos días cortan la hierba para que se pueda entrenar
correctamente a partir del 17 de julio, fecha de inicio de
la pretemporada.
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