Más instrumento, menos canto arrabalero. La primera
operación Paso del Estrecho para ‘ElBicho’ fue, ayer, menos
salvaje de lo esperado. Alrededor de 1000 espectadores se
agolparon, a las 10,30, a las puertas de las Murallas Reales
para botar con ‘locura’, pero tuvieron que esperar una hora
para poder cubrir sus expectativas. Sin prisa, pero con
pausa fue el lema del concierto y es que el líder del
conjunto, Miguel Campello, se quitó, por un día, la corona
de rey del mambo para ceder el protagonismo a los músicos.
Con intención o sin ella, los integrantes de ‘ElBicho’ no se
vieron afectados por la demencia transitoria que provoca el
Levante; ni tan siquiera el jaleo mental que les caracteriza
hizo la menor señal de aparición. Entre las 12 y las 2 de la
mañana, la improvisación simulada se materializó en el
escenario. Espectáculo con cuentagotas, pero espectáculo al
fin y al cabo. Las melodías de ‘ElBicho II’ sonaron
ininterrumpidamente. Un disco de dos años de edad que
seguirá siendo un bebe hasta que los miembros del grupo se
lancen a por el tercero. Una de clásicos si que hubo; desde
la habitual versión de ‘La bien pagá’, pasando por ‘Mamá
Dolores’, ‘11 farolas’ o la sugestiva ‘Locura’ que sirvió de
cierre a la primera parte del concierto. Una ‘De los malos’
para hacer sentir bien a la gente que aguantó hasta el final
(la mitad).
Surgieron como el grupo revelación del flamenco fusión, pero
de pisar, las tablas del escenario también se rompen. Esta
noche participaron en el Festival de música étnica de
Chaouen. Mañana se levantarán, saldrán a la calle y pensarán
que si el cielo tuviera paredes, se correspondería con el
tacto de la azulada piedra del mágico pueblo marroquí. La
inspiración surge sin avisar, ya lo decía Kiko Veneno:
“inspiración, ven a mi vera, quiero volar toditas mis
penas”. Quizá el próximo disco de ‘ElBicho’ se zambulla un
poco más en la instrumentalidad del Magreb. En Ceuta,
Campello estuvo buena parte del concierto acompañado de unas
típicas ‘lmnakes’. Gorro, desgarre de camiseta y una (tras
otra) de ingles. ‘El Bicho’ sigue jugando en la calle, siete
niños con chanclas nuevas. No cambia todo.
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