Hasta el pasado lunes 3 de julio el ‘Sikorski S-61’
siniestrado en Canarias propiedad de la empresa Helicsa, y
en calidad de subcontrata, realizaba los vuelos que unían
Ceuta y Málaga en tanto la aeronave titular de Helisureste,
un ‘Augusta westland’ 139, pasaba la periódica revisión
técnica.
Tres días después de despegar, en vacío el pasado miércoles
día 5 desde el helipuerto civil de Ceuta rumbo a Jerez desde
donde partió hacia Canarias vía Marruecos, y por motivos que
se desconocen aún, cayó al mar pereciendo cinco personas y
una sexta que hasta el momento se encuentra desaparecida.
El ‘Sikorsky’ siniestrado contaba con 34 años de antigüedad
y aunque había superado los exhaustivos controles técnicos
se sabe que el sábado 8 de julio se dirigía a completar una
acción de mantenimiento preventivo en una de las palas del
rotor principal.
El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, ha
manifestado que se desconocen las causas del accidente del
helicóptero, que hacia las 8.10 horas del sábado partió de
La Palma después de llenar el depósito de combustible con
destino a Gando (Gran Canaria), donde estaba previsto que
pasase una inspección técnica, por lo que no estaba de
servicio. La aeronave pasó en abril su última revisión
técnica, indicó el delegado del Gobierno, quien agregó que
el viernes hizo varias operaciones sobrevolando La Palma.
Además, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona,
destacó las dificultades del rescate del copiloto que sigue
desaparecido y explicó que el helicóptero se partió en dos y
la mitad del fuselaje se hundió a unos 700 metros de
profundidad.
Durante las labores de rescate se encontró una de las dos
cajas negras del helicóptero, la de popa, así como otros
restos del aparato.
La compañía Helicsa ha afirmado que el aparato estaba en
condiciones técnicas de vuelo y navegabilidad aérea y
precisó que a su mando estaban tres de los mejores
profesionales de la empresa.
En declaraciones a El Pueblo, la compañía recuerda que el
Sikorsky S-61 accidentado había renovado el certificado de
aeronavegabilidad en abril de 2006 con la consiguiente
inspección completa de la Dirección General de Aviación
Civil y además disponía del certificado para el transporte
público de pasajeros y mercancías. Agrega, además, que el
procedimiento exige que de manera previa al inicio de cada
vuelo el técnico de mantenimiento certificador realice una
inspección que garantice la puesta en servicio del
helicóptero, y señala que la realización de este
procedimiento por parte de la tripulación es un hecho sobre
el que no caben dudas dada su experiencia.
El delegado del Gobierno en Canarias dijo que la
recuperación de la parte del motor hundida, así como del
rotor, es muy relevante para conocer las causas del
siniestro. Lla recuperación del rotor permitirá averiguar el
grado de tensión de las aspas, pues se comenta que
presentaban una avería, aunque recalcó que se trata de
lucubraciones. Manifestó que un familiar del comandante
Joaquín Ortiz de Zárate fallecido ha señalado que éste
estaba preocupado porque la aeronave necesitaba una
comprobación.
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