La llegada del verano y a falta de sólo nueve meses para la
cita electoral en Ceuta en las locales o municipales de
2007, la carrera para un mejor posicionamiento en el tramo
decisivo de los comicios ya ha comenzado.
A partir de ahora las críticas arreciarán, las denuncias,
las réplicas y contrarréplicas se producirán de un modo
sostenido -ahora- elevando su nivel a lo largo de los
próximos meses. Es el tradicional escenario político; es el
juego habitual en el que parece que todo vale por el simple
hecho de alcanzar un mejor posicionamiento de salida cuando,
allá a mediados abril, se abra la verdadera y oficial
campaña electoral.
En tanto en las diferentes sedes de los partidos ceutíes se
trabaja, por decirlo de algún modo, con el objetivo de
perfilar la mejor lista de 25 posibles -bien con gente
preparada, bien con allegados-, el enémigo a batir en las
próximas elecciones es el Partido Popular comandado por un
Juan Vivas que cuenta a favor con el ámplio y reconocido
beneplácito popular que ya han reflejado algunas encuestas
recientemente publicadas, pese a que en la sede de Ainara se
atisben ecos de desencuentros y falta de cohesión que
trasciende -es una evidencia- en la vida pública y social.
Cañonear la columna histórica de 19 escaños que obtuvo el PP
en las pasadas elecciones es el objetivo que persigue las
diferentes formaciones y coaliciones presentes en la vida
pública ceutí. Continuidad de proyecto, alcanzar nuevas y
mayores metas será propuesta popular para las municipales
-también llamadas autonómicas complacientemente entre
nosotros los ceutíes.
La segunda formación, UDCE, comparecerá -así lo indican los
últimos movimientos- bajo las siglas de Coalición por Ceuta
en un intento por adquirir el apoyo y los votos de un sector
poblacional concreto aprovechando así sus bazas frente a lo
históricamente prevalente.
Mohamed Alí, liderará la coalición que ya ha recordado a los
navegantes la poca participación de los musulmanes en la
responsabilidad pública ofreciendo a las claras parte de su
estrategia de acoso y derribo que se pondrá en práctica a no
tardar demasiado.
Por su parte, el partido político que gobierna España, el
PSOE, pondrá a prueba su crédito a nivel local en Ceuta con
el respaldo poderoso, sin duda ahora, de Ferraz.
Los cambios motivados tras el terremoto interno y la
convulsión producida en Daóiz que conllevó el efecto Susana
Bermúdez en los inicios de 2000, han logrado la
estabilización en la sede regional tras recuperar ese mínimo
colchón de dos escaños impropios, por otra parte, para un
Partido Socialista con vocación permanente de gobierno.
La aportación desde la Plaza de los Reyes y superar algún
desencuentro de mayor o menor trascendencia en el seno de la
regional, es un punto de partida desde donde María Antonia
Palomo promocionar, entre otros argumentos, la política
estatal en Ceuta capitalizada por la histórica visita
expresa y realmente oficial de un presidente del Gobierno
desde que lo hiciera treinta años antes el mítico Adolfo
Suárez.
El PDSC personalizado en la figura de Mustafa Mizziam, un
veterano ya en la política activa municipal y autonómica,
deshoja la margarita de la propuesta de inserción en
Coalición por Ceuta.
Su participación como formación alternativa cuenta con el
valor añadido de la experiencia en el Gobierno de la Ciudad
Autónoma desde donde Mizziam activó numerosas medidas de
índole social aún hoy en marcha .
El histórico PSPC comparecerá a los comicios con caras
renovadas pero con la figura de un aparentemente
incombustible Juan Luís Aróstegui deberá pelear por sumar
más votos de los habitualmente obtenidos lo que,
consecuentemente por la Ley D’ont, le podría dejar de nuevo
fuera. La ‘brecha’ social junto a las denuncias urbanísticas
son, en apariencia, sus caballos de batalla.
¿Sin más?
Hasta el momento no es conocida oficialmente la
participación en la carrera electoral de más formaciones,
aunque en los mentideros se habla de alguna agrupación
alternativa y que pudiera moverse en la zona conservadora
liberal en la escala de tendencias políticas. La llegada del
mes de agosto suele ser propicia para presentaciones de este
tipo.
La Feria, incluso, puede ser el escenario apropiado para
introducirse socialmente como esa alternativa con la que
ocupar un espacio ahora supuestamente vacante en la vida
política ceutí.
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