Sin parar. Hiperactividad a todas luces. Hoy no habrá
respiro para todos los que no tengan ganas de tomar aire. A
partir de las 22,30 horas, las Murallas Reales retumbarán a
ritmo del animal musical más saltimbanqui del panorama
nacional: ‘El Bicho’. Un bicho de catorce patas -por cada
uno de sus miembros- que se ha adaptado a todos los habitats
posibles. Del norte al sur de España, el grupo, liderado por
Miguel Campello, ha caminado por casi todas las plazas;
ahora, llega el turno de Ceuta.
Gente que dice que vive con la música y no de la música.
Flauta, trompeta, guitarra... arrabal. Melodía natural que
expira un grupo en el que ninguno es andaluz, pero si beben
de todo lo popular que emana la calle de su vida: el ancho
mundo del que surgieron y por el que circulan.
Tras tres discos e innumerables conciertos, se animan a
cruzar el Estrecho y mirar en dos direcciones dentro de
África: Ceuta y Chaouen. Tras el concierto de hoy, este fin
de semana se acercarán al festival del pueblo azul, de la
villa de las contemplaciones increibles, oníricas, pero tan
reales como palpables para cantar, tocar y bailar, arriba y
abajo; ellos bailarán, el público más.
Dicen, entre otras cosas: ‘qué te pasa, qué está pasando
contigo, que con nadie a mi me pasa, que donde pasan los
días, duerme la madrugada conmigo’. Se repiten las letras
amorosas en su discografía, pero la actitud de desdén
adolescente les da el contrapunto que acaba con cualquier
atisbo de ñoñería.
Por el módico precio de tres euros, la banda exprimirá al
público ceutí que acabará coreando las onomatopeyas que
cuelan en muchas de sus canciones. Ritmos acelerados,
palabras que se aceleran, ritmos que no decaen, palabras que
tornan en ruidos. ‘El Bicho’ se ha creado una imagen a
semejanza de si mismos y sin ninguna pretensión de cambiar
el rumbo, básicamente, porque no es un camino predefinido
por ningún estilo musical. Los pasos de la fusión se cruzan
en todas las superficies que pisan. La marca inexistente del
salto en el escenario, la huella multiplicada del ánimo ‘in
crescendo’ del público; una característica de sus conciertos
que no varía.
‘Pa´que decir, si nosotros en directo somos palabra’ es su
paradójica presentación. Hoy, en Ceuta, habrá ‘locura’
colectiva: ‘bulería’, ‘cosmonauta’, ‘de colores’ y ‘de los
malos’ y otras tantas.
“Un concierto es el cúmulo de las sensaciones vividas entre
los siete durante todo el día. No sobreactuamos, damos lo
que nos pide el cuerpo y estamos abiertos a lo que demande
el público. Es un directo muy sincero. Nos gusta disfrutar
de los sitios, del público y de nuestro trabajo, preferimos
la calidad a la cantidad”. ‘El Bicho’ dixit. El pueblo de
Ceuta tarareará la última palabra.
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