La empresa ubicada en Ceuta Alice ha estado durante tres
años sin percibir las justas restituciones previstas para su
actividad empresarial, amparada bajo las reglas de origen,
(en torno a 700.000 euros) sin recibir más que un absoluto
silencio administrativo como explicación. En los últimos
meses, ciertos rumores procedentes de Bruselas generaban
dudas acerca de la legitimidad de sus actividades, hasta el
punto de figurar por escrito en alguna de las actas previas
a las comisiones que semanalmente se reúnen en la capital
europea en el área de agricultura, los abusos que Ceuta
realiza con el azúcar como ejemplo a combatir por la Unión
Europea.
La empresa Alice ha sido objeto de numerosas inspecciones.
En marzo de 2004, el Departamento de Inspecciones de la
Dependencia Regional de Hacienda de Andalucía con sede en
Sevilla, inició un seguimiento minucioso de la compañía que
se vio interrumpido por la visita de la OLAF, la principal
autoridad europea en materia de fraude empresarial. El
informe de la policía europea no generó pegas en la
continuidad de las actividades de Alice, pero la inspección
de los técnicos sevillanos quedó inacabada y la
incertidumbre condicionó el definitivo visto bueno al
desarrollo de Alice.
El pasado 29 de junio, las autoridades sevillanas en materia
de inspección, dependientes del Ministerio de Hacienda
retornaron a Ceuta. “No sé si fue a raíz de la presión que
hemos creado en las distintas administraciones para que se
resolviera nuestro estatus jurídico o porque constaba en su
programación el cierre de este caso”, comenta Luca Ghetti,
propietario de la empresa Alice. El caso es que en esta
fecha se cerró definitivamente este expediente inconcluso
que, a causa de la ausencia de reclamaciones, se puede
entender que no cuenta con ningún indicio de interferir en
la definitiva consolidación de Alice en Ceuta. “Para
nosotros supone la garantía de que Ceuta y Alice realizan
una actividad empresarial reconocida legalmente en la Unión
Europea, por lo que su operatividad en el futuro está
confirmada”, explica Ghetti. Este informe positivo supondrá
asimismo el ingreso de los 700.000 euros de restituciones
paralizadas, cuestión que Ghetti valora como
“importantísimo”, pero supeditado a la confirmación del
marco jurídico que ampara su actividad industrial. “Si hemos
sobrevivido estos tres años es que no eran tan necesarias
las restituciones pero nos da garantía para afrontar el
futuro”, apunta el presidente de Alice.
ARD
La televisión alemana ARD emitió recientemente un documental
que acredita el amparo jurídico de la empresa Alice.
Técnicos de esta televisión visitaron Ceuta hace pocos meses
para filmar imágenes sobre las actividades de las dos
empresas que trabajaban en Ceuta bajo las reglas de origen:
Alice y Ceutalimenta. En el mismo documental, la directora
de la OLAF reconoce que “aunque el escenario ceutí es algo
extraño, tras las inspecciones realizadas a todos los
expedientes, podemos confirmar que las empresas de este
emplazamiento cumplen perfectamente con la normativa”. “Para
nosotros estas declaraciones fueron más importantes que
nuestra propia aparición en el documental” expresa Luca
Ghetti.s
La inexistencia de un interlocutor en Bruselas que pueda
mediar y sobre todo informar a sus representados en Ceuta de
las variaciones que, en materia de reglas de origen, se van
sucediendo, plantean en Luca Ghetti la duda de si las
instituciones políticas están realmente interesadas en el
desarrollo industrial de la ciudad al amparo de este
reglamento específico. “Creemos que esta pequeña victoria
merece que las administraciones ceutíes y españolas no dejen
de presionar, ante la Unión Europea, para que consigamos una
información pormenorizada de lo que ocurre en Bruselas, a
fin de que podamos defender nuestros derechos empresariales
al igual que lo hacen el resto de regiones europeas”.
Delegación de Gobierno y Ciudad Autónoma acordaron con Alice
la creación de este Gabinete Técnico que pudiera defender
los intereses de Ceuta en Bruselas con carácter de
continuidad, pero el cambio de delegado paralizó esta
gestión. “Se trataría de una sola persona que, con la
tarjeta de visita de Ceuta y del Gobierno de España, pudiese
integrarse en los organismos europeos para informar y
defender nuestros intereses. Este gabinete no tendría por
qué suponer un gasto para las administraciones sino que
nosotros mismos, los empresarios, nos ocuparíamos de los
costes”, concluye.
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