Una negligencia puede ser la causa más factible, que manejan
los técnicos del Parque de Bomberos de Ceuta, como la que
produjo el voraz incendio en las inmediaciones de la zona
militar denominada ‘K-8’.
En concreto, y pese a la falta de confirmación de ningún
tipo por parte de Comandancia, la mismísima entrada de
acceso a las instalaciones pudiera haber sido el epicentro
del incendio que, posteriormente, y debido a las fuertes
rachas de poniente fue alcanzando varios frentes dado que el
mismo viento se encargaba de llevar las briznas a diferentes
puntos.
La Ciudad Autónoma que sí informó oficialmente del suceso y
expuso globalmente el mecanismo de actuación, reconoció
explícitamente la labor de todos los que lucharon por su
extinción, incluídos los soldados que participaron en las
labores para sofocar los frentes abiertos por las llamas.
Los informadores desconocemos, hasta el momento, si se pudo
ver afectado algún equipamiento militar. Por fuentes civiles
conocimos el siniestro de un vehículo de los bomberos de
Ceuta y del peligro al que estuvo sometido el punto de
control del SIVE.
Nada, sin embargo, de lo sucedido en el interior del K-8
donde ardieron unas 2 hectáreas, de las 5 que se vieron
afectadas en todal.
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