Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida,
visitó la ciudad el pasado día 5, con una agenda apretada y
con el céntrico Hotel Tryp como lugar de referencia. Después
de ratificar oficialmente el nacimiento de Coalición por
Ceuta, Llamazares se dirige a la puerta de la Asamblea para
guardar un minuto de silencio por las víctimas del metro de
Valencia. Pero reserva unos minutos para hablar de Ceuta y
de sus recursos, escasamente explotados según dice. Vino por
primera vez a la ciudad en octubre de 2004: se nota en su
atuendo totalmente otoñal y peligroso a más de 20 grados de
temperatura y con un porcentaje de humedad elevado.
Pregunta.-Es su segunda visita a la Ciudad Autónoma
¿encuentra algún cambio que a primera vista le haya hecho
girar la cabeza?
Respuesta.-No he tenido mucho tiempo para percibir si ha
cambiado; imagino que como el resto del país. Pero yo creo
que Ceuta todavía tiene asignaturas pendientes muy
importantes. Por una parte, la de sentirse con seguridad
dentro del Estado, y que ningún partido pueda utilizar
frente a otro la españolidad de la ciudad: eso es
fundamental. Y por supuesto, la integración interna de
distintos sectores y de la sociedad ceutí, sectores que la
enriquecen y que tienen una asignatura pendiente respecto a
su integración.
P.- Gran cantidad de jóvenes abandonan la Ciudad Autónoma
de forma periódica porque deciden buscar trabajo en la
península. ¿Qué políticas habría que poner en marcha para
evitar esta situación?
R.-Yo iría más allá y apuntaría a un Plan Integral para
Ceuta. Han existido planes para sectores en reconversión a
nivel del Estado, como en el caso de la minería, el sector
industrial o el textil. En este caso no estamos ante un
sector en reconversión, estamos ante un territorio
prácticamente en situación económica y social complicada;
por lo tanto debería tener por parte de la administración
pública una especial atención que fuera dirigida en
distintos ámbitos: por una parte, el ámbito económico donde
ya he comentado la importancia de la actualización del
régimen fiscal; que dedicara también un parte importante a
lo que se denomina el ámbito social, y sobre todo,a la
educación; y por otro lado, que permitiese el desarrollo de
nuevos nichos, nuevas actividades para crear empleo y para
evitar que los jóvenes no tengan que emigrar como solución a
su futuro.
P.- Las mujeres ceutíes se ven más afectadas en las
estadísticas de desempleo ¿Qué medidas propone para que
estas cifras se reduzcan?
R.-Yo creo que sí, que hay que apoyar a todas aquellas
minorías que no llegan a acceder al empleo. En muchos casos
son barreras físicas y en otros casos son barreras
culturales. En mi opinión lo que hay que hacer es abrir
puertas y en este caso, a las mujeres.
P.-Su partido ha iniciado en Córdoba un Plan de
Inmigración específico ¿Qué se podría aprovechar para Ceuta?
R.-Tiene un hecho diferencial. La principal diferencia es la
no integración de ciudadanos ceutíes y no tanto de
ciudadanos que vienen de otros países. Por tanto lo primero
para empezar con buen pie es acentuar las medidas de
integración de todos los ciudadanos ceutíes y mejorar las
medidas que tienen que ver con los inmigrantes. Por un lado,
la regularización laboral, como se ha hecho en relación al
último reglamento, por mucho que el Partido Popular lo
combata; pero por otro lado, como alguien decía
recientemente, creo que era un especialista en inmigración,
es que es necesario adaptar los sistemas de bienestar y los
sistemas sociales al nuevo reto de la inmigración. Nuestros
sistemas no pueden únicamente recibir la riqueza del empleo
inmigrante sino también dar a cambio el esfuerzo de la
mejora de los sistemas sociales.
P.- Ni Ceuta ni Melilla han sido invitadas a la Cumbre
Euroafricana sobre Inmigración que comienza el lunes y, en
cambio, Canarias acude a la cita. ¿Cómo interpreta esta
ausencia?
R.-Yo creo que las comunidades autónomas deben estar
presentes porque tienen parte de las competencias en materia
de inmigración. De hecho, el último Estatuto de Autonomía de
Cataluña incorpora aspectos relativos a la inmigración,
tanto en materias laborales como en integración social. Por
tanto las comunidades autónomas deben estar. Yo creo que si
Ceuta y Melilla son comunidades deben estar. Hoy por hoy no
lo son, y ese es un requisito. Pero más allá de eso, más
allá de la cuestión formal, yo creo que también se necesita
un ‘cambio de chip’ en los dos gobiernos, tanto en el ceutí
como en el de Melilla: siguen utilizando el tema de la
inmigración como un instrumento de confrontación con el
Gobierno central. Yo creo que así se autoexcluyen de este
tipo de reuniones. Si su discrepancia la canalizan desde la
corresponsabilidad, creo que deben estar en este tipo de
reuniones.
P.-La presencia de Izquierda Unida en Ceuta es pequeña.
¿Cómo piensan activar en positivo la situación de IU-Ceuta?
R.-Históricamente la situación de Izquierda Unida en Ceuta
no ha sido fácil, y por tanto, en primer lugar, hay que
elogiar a los compañeros que trabajan y están organizados
aquí. Tampoco desde la dirección federal hemos tenido a
veces la suficiente atención a situaciones singulares como
las de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. En estos
momentos tenemos las dos cosas. Tenemos por un lado una
militancia que aunque sea pequeña es activa; y por otro
lado, una preocupación de la dirección federal. Yo creo que
con eso vamos a crecer y, si además se produce un hecho como
el que se ha producido con la Coalición por Ceuta que es un
acierto político, yo creo que Izquierda Unida en Ceuta tiene
futuro.
P.- Ceuta se define como la gran desconocida. ¿Cree que
se sigue manteniendo ese desconocimiento sobre la ciudad en
el resto de España?
R.- Yo creo que sí, que sigue existiendo esa percepción. En
algo ha cambiado pero sigue estando asimilada a frontera,
plaza militar, y no a una ciudad con su propia riqueza
humana y cultural. Yo creo que ese es un aspecto en el que
tienen que trabajar Ceuta y Melilla en el futuro. Y creo que
hay una tercera cuestión: si hay un sitio donde se puede
hacer presente la Alianza de Civilizaciones es en ciudades
como Ceuta y Melilla. Por tanto ahí debería haber una
especial atención por parte del Gobierno. Para que fueran,
no las vallas de Europa hacia África, sino las puertas de
Europa hacia África. Eso enriquecería económica, social y
culturalmente a Ceuta y Melilla.
P.- UDCE proponía la cuestión de crear en Ceuta un
laboratorio experimental de la convivencia...
R.- Y de la multiculturalidad, de la Alianza de
Civilizaciones..., esa sería una gran idea política y con
contenido económico y social.
P.-Desde el punto de vista de la educación, ¿cómo se
podría solucionar la tasa de fracaso escolar y del posterior
acceso al empleo?
R.-Por una parte, reconociendo la diversidad cultural y no
negándola: no es lo mismo educar a un niño que tiene como
lengua materna el castellano, que a un niño que además del
castellano tiene otra lengua materna, u otra principal y el
castellano. Por lo tanto, creo que esa Ley que proteja y
promueva esa diversidad lingüística en Ceuta es fundamental,
porque va a permitir una mejor integración en materia
educativa. Y luego, sabiendo el índice de fracaso escolar,
hay que destinar más profesores de apoyo, de castellano, más
recursos en aquellos lugares donde hay más dificultades.
Creo que esa es la forma de igualar. Cuando uno habla de
igualar no es dar a todos por igual, sino de apoyar a
aquellos que menos tienen, apoyar a quienes tienen más
dificultades.
P.- Desde el punto de vista económico, Ceuta tiene una
serie de ventajas fiscales y económicas como otros
territorios españoles ¿Considera que la Ciudad Autónoma las
explota? ¿De qué manera tiene que aprovecharlas?
R.-Yo no soy quién para dar lecciones a nadie. Aprovechando
todo su potencial y un potencial fundamental no está sólo en
ser frontera de Marruecos y del norte de África. Sacando
partido a ese potencial comercial que no se aprovecha
actualmente y reformar el régimen fiscal. Creo que son
elementos imprescindibles.
P.- ¿Cómo interpreta el resurgimiento de la izquierda el
Latinoamérica?
R.-Yo creo que es lógico que sea así. En un sitio donde ha
fracasado el modelo liberal es en América Latina: les han
prometido riqueza, les han prometido democracia y no les han
dado prácticamente nada. Y por tanto lo que se está
produciendo es un resurgimiento de la izquierda
latinoamericana que hay que apoyar. No comparto las
reservas, a veces, del Gobierno español con respecto a
presidentes como Evo o Chaves. Yo creo que hay que apoyar
esas experiencias en América Latina, que no tienen por qué
ser iguales que las experiencias europeas. Y la izquierda
europea debe aprender en esta materia a ser más humilde y no
intentar trasladar sus modelos a América Latina, sino
aprender de los mismos.
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