También estuvieron allí y en primera línea. Ninguna nota
oficial hace referencia a los trabajos de apoyo y a la ayuda
prestada por una treintena de militares (miembros del ‘retén
contra incendios’ de la Comandancia General) que acudieron
raudos para colaborar o trabajar -ese es su cometido- con
todo aquel fuego que pueda sucederse en el entorno de los
numerosos terrenos militares ubicados los montes de Ceuta.
Han sido los auténticos olvidados por las instituciones a la
hora de valorar públicamente su también trascendente labor.
En realidad, soldados de la Unidad de Caballería ‘Montesa’,
junto a suboficiales y algún oficial contribuyeron con su
arrojo y valentía en el empeño, a controlar el feroz
incendio que amenazaba nada menos que la importante zona
‘K-8’ donde está ubicada la instalación de batería de costa
que el Ejército mantiene en el lugar. De igual modo, varios
camiones cisternas de ‘Logística’ iban y venían cargados de
agua para la dura lucha contra el fuego. Alrededor de una
treintena de militares, con picos, palas y cubos cubrieron
el perímetro de las instalaciones y trabajaron codo con codo
con los bomberos y demás operativo desplegado.
Ha sido reconocido sus méritos a nivel interno, pero se
quejan de que nadie les proporcionó si quiera agua para
apagar la sed en plena tarea y agradecen el detalle de Cruz
Roja de ofrecerles suero para los ojos aunque este
ofrecimiento hubiera llegado, como llegó, pasadas las 22’00
horas. Este mismo retén custodió durante toda la madrugada
la zona para evitar la reactivación de las llamas. Lo
hicieron junto a los bomberos aunque éstos, según estas
fuentes, se marcharan alrededor de las tres y media de la
madrugada cuando ya no existían indicios de regeneración del
fuego. Los militares aguantaron hasta que iluminó la
claridad del nuevo día
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