Bruselas ha aprobado
definitivamente los presupuestos que destinará a las
ditintas regiones y Ceuta, junto con Melilla, Asturias y
Murcia han quedado, como se preveía, encuadradas en ese
grupo novedoso que la Unión ha catalogado como regiones
‘Phasing out’ tras haber salido, como consecuencia del
efecto estadístico, del entorno de las regiones consideradas
como ‘Objetivo-1’.
Ceuta recibirá 66 millones de los más de 1.400 millones que
quedarán repartidos entre estas cuatro regiones. Un monto
destinado al periodo 2007-2013 de los que la Ciudad Autónoma
gestionará de un modo directo el 29 por ciento mientras que
el Estado será quien disponga del restante 71 por ciento y
lo distribuya en función de los distintos programas que se
prevean para la evolución de Ceuta en infraestructuras. Este
hecho concreto, el del reparto de la gestión de la concesión
de ayudas comunitarias, ha provocado cierta convulsión en
los gobiernos autónomos que demandan un porcentaje más
elevado en la gestión de esos fondos que Europa exige sean
destinados a planes de crecimiento y de empleo
fundamentalmente.
Aunque Ceuta, por su parte, dispondrá de algún recurso extra
procedente de Europa ante su condición de ciudad fronteriza
damnificada por la inmigración ilegal, la Ciudad Autónoma
exige una mayor participación en la gestión directa de los
recursos, algo que tratará lograr el consejero de Economía y
Hacienda en Madrid precisamente mañana.
Las comunidades de Murcia (PP), la Ciudad Autónoma de
Melilla (PP) y Ceuta (PP) intentarán que el reparto de
responsabilidades en la gestión de las ayudas disponga de un
mayor equilibrio que -se considera- ahora no tiene. Por su
parte Asturias (PSOE) parece contentarse con los
porcentajes.
La batalla por el dominio de las inversiones para apuntarse
los tantos políticos no debiera existir cuando de lo que se
trata es de lograr que las regiones converjan con la
realidad general europea, un ejercicio responsable exigible
a la coherencia de quienes pretenden un amplio manejo de los
fondos.
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