SUCESOS - MIÉRCOLES, 05 DE JULIO DE 2006

CEUTA
Antonio Gómez
antoniogomez@elpueblodeceuta.com

Murió a las 02’00 horas de la madrugada del martes como consecuencia de la gravedad de la herida recibida en el pecho con un objeto punzante (destornillador, punzón, estilete) que le atravesó el pulmón. La zona precordial izquierda había sido decisivamente afectada pese a que el propio afectado -que pidió agua al llegar- y los médicos intentaron esquivar a la muerte desde las nueve y media de la noche, hora en la que ingresó en Urgencias y trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos, hasta la hora del fallecimiento.

De una tentativa de homicidio, el autor material de los hechos, a quien busca la Policía, se enfrentará, cuando sea detenido, a una acusación de homicidio en primer grado.

El trabajo policial se inició de modo inmediato al conocerse el suceso.

Dos personas, al parecer del entorno de la víctima y que -de algún modo- presenciaron los hechos, fueron los que trasladaron al marroquí, M.E.B. de 43 años, residente en la barriada Juan Carlos I de Ceuta hasta los servicios de Urgencias del hospital civil del Ingesa donde los galenos, pese a sus intentos, no pudieron estabilizar las constantes vitales de quien se hallaba herido de muerte.

En estos momentos, la Policía Nacional y, en concreto la Brigada Provincial de Policía Judicial sigue un abanico de pistas hasta centrar de manera efectiva las causas por las que una persona ha perdido la vida tras una reyerta en las inmediaciones de la Estación Marítima.

Una pelea por acaparar un mayor negocio en la zona; un ajuste de cuentas; una discusión por asuntos económicos... podrían ser algunos móviles barajados por la Policía que continúa indagando en un concreto entorno donde numerosos marroquíes tienen establecido cierto operativo ‘laboral’ en este concreto lugar portuario realizando una actividad no regulada en la Ciudad Autónoma y, por tanto, no permitida.
 

El submundo laboral no controlado en el puerto, una fauna emergente

Con la llegada de OPE, aunque también sucede de modo habitual a lo largo del año, el personal no controlado de extranjeros -preferentemente marroquíes- hacen su ‘agosto’ a diario aprovechando un trabajo irregular para distintas agencias de la que logran comisiones en función de las ventas conseguidas.

Estas actividades, las de venta de atraer compradores, la de portar equipajes, la de trasladar pasajeros, absolutamente ilegales, no controladas y, por supuesto, favorecedora de la presencia de una jerarquía seudo mafiosa, provocan una ‘autoregulación’ que, a veces, genera crispación, malos entendidos, broncas y... también agresiones que inciden muy negativamente en la imagen para el visitante. En estos momentos es una realidad palpable la presencia de estos irregulares ejerciendo de improvisados porteadores, de improvisados auxiliares de agencias de viajes para la expedición de billetes y el cambio de divisas, de improvisados guías turísticos del “norte de Marruecos” atrayendo a los visitantes a Ceuta, de improvisados taxistas y chóferes para Ceuta y Marruecos... Definitivamente hay que poner freno.