Francisco Molina reiteró en las páginas de ‘Melilla Hoy’ su
firme decisión de abandonar la presidencia de la UD Melilla.
“Mi dimisión es irrevocable. No hay marcha atrás en mi
decisión. Presenté mi dimisión en la rueda de prensa ante
los medios de comunicación, pero si el club necesita mi
decisión de forma oficial le redactaré un escrito, lo más
corto posible, con fecha 20 de junio”.
“Los actuales directivos han intentado por todos los medios
convencerme para que rectifique y de esta forma siga en el
club. La situación tendría que cambiar 180 grados para que
volviera”, añadió.
El ex presidente lamentó los problemas que se ha encontrado
desde el día en que se hizo cargo del club. “Cuando me
enteré del embargo del Sabadell ya había puesto 4 millones
de las antiguas pesetas, que he perdido, por lo que estoy
arrepentido de no haberme marchado en aquel instante”.
Molina destacó que la deuda del club azulino no la ha
generado su directiva. “Los dos ex presidentes no han parado
de reclamar un dinero durante dos años seguidos. Este
problema nos ha mermado, pues la primera temporada estuvimos
12 jornadas sin ganar un partido. La mayoría de los
futbolistas se preguntaban continuamente si cobrarían sus
cantidades”.
Por otro lado, la Agencia Tributaria reclama 210.000 euros,
o lo que es igual 35 millones de las antiguas pesetas.
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