“Naturalmente puede ocurrir pero la tranquilidad que nos
transmiten la coincidencia de todos los servicios de
inteligencia es que no es en absoluto previsible”. De esta
manera confirmaba ayer el delegado del Gobierno, Jenaro
García-Arreciado la tranquilidad que, en principio, vive la
frontera de Ceuta con Marruecos. Los servicios dedicados al
control del perímetro no han detectado movimientos
extraordinarios de personas en la zona de Belyonech y en el
resto de la provincia de Tetuán, ni en los 8,2 kilómetros
que conforman la línea fronteriza. A pesar de que no hay
datos numéricos exactos, las autoridades conocen de primera
mano “la tendencia de movimientos”, que actualmente
descartan una llegada masiva.
García-Arreciado anunció en este sentido que ni la Policía
Nacional ni la Guardia Civil han incrementado el número de
agentes ni de medios técnicos ante las informaciones que
proporcionan los servicios de inteligencia españoles, aunque
permanecen “en un lógico estado de alerta” ante los
acontecimientos acaecidos en la frontera de la Ciudad
Autónoma de Melilla el pasado lunes de madrugada.
Tres fallecidos
Unos sucesos que acabaron con la muerte de tres inmigrantes
de origen subsahariano. Dos de ellos fallecieron en suelo
marroquí y, según han informado las autoridades vecinas, los
traumatismos ocasionados por la caída desde gran altura.
Fuentes del hospital Hassani de Nador aseguran que no hay
presencia “de cuerpos extraños ni objetos metálicos” y
certifican que el hombre camerunés de 28 años falleció a
causa de “un traumatismo de pelvis severo” y que el joven de
24 años, sin nacionalidad determinada hasta hoy, lo hizo
debido a las heridas que se produjo escalando la valla. Este
último falleció de camino al hospital. Por tanto, quedan
confirmados los rumores que apuntaban los inmigrantes que
escaparon tras intentar el salto, que hablaban de un muerto
más.
El tercer inmigrante era encontrado muerto en suelo español
al parecer, después de caer desde lo alto de la valla que
mide seis metros de altura. Información posterior derivaba
en un posible orificio de bala en el cuerpo de esta persona
por lo que se han iniciado las investigaciones oportunas a
partir de los testimonios de los inmigrantes heridos, de los
datos de la autopsia y de la inspección ocular “exhaustiva”
de los agentes de la Guardia Civil que custodiaban el
perímetro melillense esa madrugada.
Armas de fuego
Jenaro García-Arreciado se refirió en este sentido al uso de
armas de fuego entre los efectivos marroquíes que vigilan su
frontera. “El uso de armas de fuego no es habitual, es algo
extraordinario”, indicó el delegado del Gobierno, “y estoy
seguro de que los cuerpos y fuerzas de seguridad de
Marruecos investigarán el asunto en todas sus dimensiones”
con el objetivo de corregir y evitar este tipo de
situaciones.
Fronteras diferentes
Por otro lado, el delegado del Gobierno, que hizo estas
declaraciones en el transcurso de su visita a la Oficina de
Extranjería de la Ciudad Autónoma, analizó las diferencias
geográficas en las fronteras de Ceuta y Melilla, que
implican la toma de estrategias de seguridad distintas de
parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
La situación del perímetro de Melilla ha vuelto a la
normalidad aunque prosiguen las investigaciones en torno a
la muerte de uno de los inmigrantes en suelo español.
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