26. LUNES
Los árbitros españoles parecen condenados a cometer errores
gravísimos cuando les toca actuar en un Mundial. La historia
está repleta de colegiados nuestros que metieron la pata de
manera lamentable. El último ha sido Luis Medina
Cantalejo: una decisión suya, injusta a todas luces,
eliminó a los australianos en su partido contra Italia. Que
el árbitro sevillano fuera al Mundial en lugar del asturiano
Mejuto González, ya nos dio que pensar en componendas
de despachos. Me explico: si los árbitros auxiliares de
Mejuto no pasaron las pruebas físicas, cómo es posible que
hubieran estado actuando toda la temporada en una Liga, como
la española, tenida por la mejor del mundo. Medina Cantalejo
no tuvo fortuna en los últimos partidos que le dirigió al
Madrid y en Barcelona crucificó a los madridistas, indicando
un penalti inexistente y expulsando después a Roberto
Carlos. Es árbitro altanero, y mira a los futbolistas
por encima del hombro. Un mal árbitro. Aunque con muy buenas
relaciones en las alturas. De ahí que no me extrañaría que
la FIFA haya visto con buenos ojos su tremendo error. Tiempo
al tiempo.
27. MARTES
La expectación está centrada en un España-Francia donde
Luis Aragonés no se cansa de repetir que sus futbolistas
son mejores y que van a pasar la eliminatoria. El
seleccionador cumple con su papel cuando habla con esa
seguridad para que los suyos se crean a pie juntillas que es
verdad que son superiores a los futbolistas franceses. Hasta
ahí todo es normal. Lo anormal aparece en cuanto Aragonés se
decide por componer un centro del campo donde no hay ni
contundencia física ni fútbol capaz de plantarse en tres
pases ante la portería de un portero del que nos venían
diciendo que daba todas las facilidades habidas y por haber.
Uno, que algo sabe de este deporte, comienza a pensar en la
derrota en cuanto hace comparaciones entre los hombres de
ambas partes designados para ocupar esa zona vital del medio
terreno. Makelele, Vieira y Zidane,
arropados en las bandas por Ribery y Malouda,
suponen una barrera infranqueable para Xabi Alonso,
Xavi, Cesc y Raúl. No hay color. E,
inmediatamente, pienso: ¿quién presionará a Zidane y tratará
de aburrirle para que su imaginación no lleve a Francia en
volandas hacia la victoria? Apenas tardo unos minutos en
comprender que la suerte está echada en forma de derrota
para los españoles. Lo creí y lo comenté antes del
encuentro. Y, desgraciadamente, se cumplieron mis
vaticinios. Nos queda siempre el consuelo de saber que otra
vez será posible la victoria jugando al tiquitaca-tiquitaca
de Andrés Montes y Julio Salinas. Un juego muy
original, patrocinado por la Sexta.
28. MIÉRCOLES
Hace muchos años, cuando los terrenos de juego eran de
tierra y los que estaban sembrados carecían del
mantenimiento necesario y no contaban con las condiciones
adecuadas, los porteros estaban siempre llenos de heridas.
Heridas que tardaban en cicatrizarse y que requerían de
mucho cuidado durante la semana. Había que estar loco para
ser portero y entrenarse en un campo de tierra. Yo recuerdo
que en situaciones así, usábamos colchones viejos o
colchonetas de gimnasio, para que los guardametas pudieran
hacer sus ejercicios específicos. De lo contrario, entre la
dichosa bursitis, la clásica bolsa inflamada en los codos, y
las heridas por rozamientos con el suelo, y la consiguiente
fiebre por la infección, se pasaban la semana sin trabajar
la facilidad de movimiento ni las estiradas. De ahí que en
muchas ocasiones el entrenamiento consistiera en salir del
marco a por los balones aéreos desde los costados y
situaciones frontales, y sobre todo se les enseñaba a evitar
el que fueran al suelo por sistema. De manera que terminaban
siendo guardametas sobrios y capaces de resolver problemas
por la colocación que tanto habían trabajado. Cuando un
guardameta salía de puerta era para llevarse todo lo que
cogiera por delante. Actualmente, los porteros, salvo tres o
cuatro, parecen de pitiminí. Por lo que ni siquiera se
merecen el calificativo de locos.
29. JUEVES
El Mundial, aunque se haya tomado el correspondiente
descanso, sigue dando que hablar. Sobre todo hay dos casos
que me hacen pensar que el fútbol está podrido por culpa de
quienes hacen y deshacen desde los despachos. El ejemplo lo
estamos teniendo en Italia. Donde los jueces han de tomar
decisiones que pueden causar una conmoción en el Calcio. El
arbitraje de Luis Medina Cantalejo, en el partido
entre Italia y Australia, dio la vuelta al mundo y estuvo
expuesto como ejemplo del daño que puede hacer un mal
árbitro. La eliminación de los australianos, de penalti
injusto, ha sido premiado por la FIFA, algo que ya
adelantábamos el lunes. Pues el árbitro andaluz pitará el
Brasil Francia. En cambio, quedan excluidos del Mundial el
ruso Ivanov y el inglés Pull. Roberto
Carlos ya puede encomendarse a todos los santos.Y qué
decir de la prensa deportiva. Leo un artículo de Alfredo
Relaño, director del diario As, que me mueve a la
risa y que viene a demostrar que estos críticos escriben a
toro pasado y sin acordarse de lo que han venido diciendo
antes.
30.VIERNES
Alfredo Relaño es director del diario As
y un firme defensor de que los jugadores jueguen con
esmoquin. A mí me parece muy bien que tan buen periodista
guste de ver los mejores futbolistas en el césped. Caso de
Zinedine Zidane y otros del mismo corte. Por
poner un ejemplo. Pero entiendo que también debe haber en
los equipos algún que otro Makelele. Por cierto, de
qué forma se comió el ex madridista a los jugones de la
selección española. De quienes dice el citado Relaño, en un
artículo titulado, “No renegar del camino emprendido”, lo
siguiente: “Pase lo que pase, convendría que en el futuro se
apostara por esta misma línea. Sí, no ha servido, pero todos
sabíamos que a este equipo le faltaban un par de hierbas por
lo menos. Cesc, Niño Torres, Villa,
Sergio Ramos, Xavi, Xabi, Reyes,
el propio Casillas, habrán de madurar”. ¿En qué
quedamos, don Alfredo, en que Casillas es el mejor portero
del mundo y por ello es el guardameta del mejor equipo del
mundo y capitán de la selección, o todavía está verde para
desempeñar esas funciones? Seamos claros y no nos vayamos
por los cerros de Úbeda: Casillas nunca aprenderá a ser
fuerte en los balones aéreos, por más que cumpla años, y los
otros jugadores están ya más baqueteados que la estola de un
párroco de iglesia pobre.
1. SÁBADO
Luis Aragonés, por su forma de ser y esa actitud de
madrileñismo exagerado que tanto le gusta sacar a relucir,
da la impresión de que está pasado de rosca como entrenador
y que se ha quedado antiguo. Lo cual no es verdad. Y de
ellos pueden dar fe quienes le conocen bien. El
seleccionador fue siempre un entrenador estudioso y
queriendo estar al tanto de cuanto acontecía de interés en
el mundo del fútbol. Y lo sigue siendo. Amigo de aplicar la
zanahoria y el palo, en el trato con los jugadores, se monta
unos números en el césped que las cámaras graban con sumo
gusto. Hubo un tiempo, cuando él empezaba como técnico, que
a los campos iban dos redactores deportivos y la televisión
ni siquiera le prestaba atención a los rifirrafes o salidas
de tono de los entrenadores y jugadores. Ahora todo es
distinto. Todo se magnífica. Y a Luis le pierde buscar
cualquier motivo para montar su espectáculo particular,
donde no faltan los ademanes, los visajes, e
interpretaciones que parecen salidas de un patio de
Embajadores. Por tal motivo, mucha gente cree que no es
hombre serio, siendo todo lo contrario. Luis, que había
dicho que abandonaba la selección si no pasaba de cuartos,
se ha agarrado al cargo como náufrago a la madera salvadora.
Lo peor a estas alturas de su vida, no es ni su edad, ni su
casticismo trasnochado, ni sus errores en el banquillo, sino
que empieza a contradecirse. Mala cosa.
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