En Melilla preocupa y mucho la situación de la UD Melilla.
El equipo azulino, que regresará la próxima temporada al
grupo IV tras militar un año en el I, vive momentos de
zozobra por las deudas con Hacienda y con los ex presidentes
Francisco Benítez y Diego Bernal.
La dimisión de Francisco Molina ha encendido todas las
alarmas y paralizado las negociaciones con entrenadores y
jugadores. El presidente en funciones, Rafael Ballesteros,
se entrevistó esta semana con el presidente de la Ciudad
Autónoma, Juan José Imbroda, quien le dejó claro a
Ballesteros que la subvención para la temporada 2006-07 se
encuentra paralizada, ya que según comentó el dirigente
unionista “el presidente de la Ciudad no está dispuesto a
que con el dinero de la próxima campaña se paguen deudas”.
La Agencia Tributaria reclama al Melilla 210.000 euros, o lo
que es igual 35 millones de pesetas.
la única solución para que el Melilla no desaparezca pasa,
según pública ‘Melilla Hoy’, por la posibilidad de que la
Agencia Tributaria y los ex presidentes Diego Bernal y
Francisco Benítez estén en disposición de llegar a acuerdos
con el club azulino. Tal como explicó Ballesteros “la pelota
se encuentra en sus tejados. Podríamos ir pagando la deuda
de forma fraccionada”, subrayó.
Por otro lado, la totalidad de los directivos de la UD
Melilla han presentado su dimisión, “pero no se hará
efectiva hasta el próximo miércoles, ya que en la asesoría
se quiere hacer una última acta en la que se aclaren todas
las cuentas antes de tomar esta decisión", señalaron a
‘Melilla Hoy’ los dirigentes de la Unión Deportiva.
“La única condición que hemos expuesto para seguir es que
Francisco Molina continúe como presidente”, añadieron los
responsables del Melilla. Así las cosas, la entidad azulina
espera que una vez más la Ciudad Autónoma realice las
gestiones oportunas para poder militar la próxima temporada
en Segunda ‘B’.
|