La eficacia o interés que el Servicio Publico de Alquiler,
una iniciativa del Gobierno socialista creada con la
intención de impulsar el mercado de arrendamiento, está
generando entre la población es, hasta el momento, tan solo
tibia. La Ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo,
comentó recientemente que el SPA está “cumpliendo con creces
los objetivos marcados”, entendiendo éstos como la
intermediación de 1.000 contratos de alquiler al año (siendo
el balance actualmente de 1.200 contratos), aunque la
realidad es que sólo siete comunidades autónomas (Galicia,
Asturias, Aragón, Extremadura, Castilla La Mancha, Cataluña
y Cantabria), todas gobernadas por el PSOE, y las Ciudades
Autónomas de Ceuta y Melilla, (gobernadas por el PP) han
suscrito el acuerdo que pone en marcha el servicio.
En Ceuta el SPA se puso en funcionamiento en virtud de los
acuerdos suscritos en enero de este mismo año, “uno de los
pilares de la nueva política de vivienda, que además es
fomentado positivamente mediante el incentivo a los
propietarios de viviendas desocupadas para que las pongan en
el mercado”, dijo en su momento la ministra María Antonia
Trujillo, en su visita a la Ciudad Autónoma. Mediante la
cooperación de ambas administraciones (Ciudad y Ministerio)
se pretendía dotar al mercado del alquiler de “más
seguridad, permitiendo a los propietarios cobrar una renta
fija y recuperar su casa siempre en perfectas condiciones de
mantenimiento y de uso”. Por su parte, el inquilino vería
ampliada su oferta de alquiler, disfrutando de unas rentas
más asequibles económicamente y sin la intermediación de
otros agentes sociales o económicos. “La intención es la de
conseguir que una gran cantidad de viviendas que actualmente
se encuentran desocupadas en la Ciudad Autónoma de Ceuta se
incorporen al mercado y sean susceptibles de ser
alquiladas”, explicaba a principios de enero el gerente de
Emvicesa Francisco Márquez de la Rubia, aunque también
comentaba, pocos días después, ser bastante escéptico con
respecto al servicio, aduciendo que “las políticas de
vivienda deberían partir de las propias regiones y ser
apoyadas con fondos del Gobierno”.
El Servicio Público de Alquiler, que entró en marcha
automáticamente en Ceuta tras la firma del convenio de
enero, no cuenta mas que con una vivienda en registro, según
explicó Márquez de la Rubia, lo cual impide la existencia de
un verdadero mercado. Según el gerente de Emvicesa, la
función de la empresa pública en Ceuta es la de informar al
interesado sobre las posibilidades de este servicio, algo
que hacen a través de un folleto promocional del ministerio.
Una vez bien informados, los usuarios deberían ponerse en
contacto con Vivienda para entrar a formar parte del
servicio. “Nosotros no tenemos constancia de que existan
casas en Ceuta dispuestas a entrar en este mercado de
alquiler”, explicó Márquez. Sin embargo la necesidad es
evidente, dada la escasez ‘histórica’ de suelo y el elevado
precio de los mercados de venta y alquiler.
El SPA funciona a modo de inmobiliaria, facilitando un
alquiler de condiciones ventajosas y garantizando el precio
y la conservación de la vivienda a su propietario. Emvicesa
ha realizado varias campañas promocionales de este servicio
en prensa y radio, aunque los resultados no han sido
satisfactorios fijándonos en el nulo movimiento del
servicio. “La gestión puede ser por dos vías: dirigiéndose
directamente al SPA o a través de Emvicesa. A nosotros no se
nos ha acercado nadie ofreciéndonos su vivienda en alquiler,
salvo una persona”, asegura Márquez de la Rubia.
Aunque el SPA no esté suficientemente promocionado o la
Ciudad no ponga todos los medios para facilitar su difusión,
lo cierto es que muy pocos ceutíes, por desconocimiento o
desinterés, han ofrecido sus viviendas, condición
indispensable para que la bolsa funcione.
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