La Tercera Edad está ahí. Es paradójico, pero la evidente
presencia de los ancianos en la cotidianidad de la vida
diaria, no es tan obvia para todos. En la calle, en los
bares, en los autobuses, en las casas y, finalmente, en las
residencias. Una vez llegan a sus nuevos hogares, la vida
cambia de sentido. “La gente mayor tiende a aislarse porque
están solos. Hay muchas familias que no atienden ni se
preocupan de ellos; tienen grandes carencias afectivas”. Por
esta razón, “los abuelos crean circuitos de amistad dentro
de las residencias y cuando fallece alguno, se favorecen los
cuadros de depresión”. Así, explica el presidente del
Colegio Oficial de Psicólogos de Ceuta, Juan Delgado, la
situación de las personas que viven en los centros de
mayores; tanto dependientes como cuidadores.
Con el objetivo de mantener la atención psicológica integral
en la residencia ‘Nuestra Señora de África’, la Ciudad
renovó, ayer, el convenio de colaboración, que mantiene
desde 2003, con el citado colegio. Así, el servicio clínico
recibe, en 2006, 11.256 euros para la consecución de un
proyecto que abarca a casi 60 ancianos con problemas de
alzheimer, perdida de memoria, demencias y la simple y
omnipresente soledad.
Trabajo integral
Un equipo de médicos, psicólogos, enfermeras y técnicos
auxiliares conforman el nucleo humano que trata a los
pacientes del centro. El grupo de profesionales tiene un
sistema de trabajo por el que, tres días a la semana,
durante dos horas, atienden a más de 55 personas, de las que
má del 50% son mujeres. En los últimos tres años, han
tratado con más de 80 ancianos, de los que más del 25% han
fallecido.
Este apunte revela un dato más allá de la curiosidad. Si se
tiene en cuenta la sensación de abandono de los mayores. “Se
encuentran en crisis cuando un compañero de la residencia
fallece”. El problema que conllevan estas depresiones es que
“la vida continúa”, explica Delgado.
El grado de dependencia oscila según la historia personal de
cada uno. “La gama social es muy amplia: gente de nivel
cultural altísimo, alcohólicos, inadaptados sociales,
familias desestructuradas, etc.”. El equipo de profesionales
observa a los pacientes y apunta las incidencias en el libro
de servicios. Cada quince días, reunión de análisis
pormenorativo. El trabajo de los profesionales recuerda a
Delgado la labor de los cuidadores: “son los grandes
desconocidos de Ceuta y de la sociedad española en general;
es terrible”. La atención a la Tercera Edad es sinónimo de
“ansiedad, dolencias de espalda, carga emocional; es un
trabajo muy estresante”, asegura. El seguimiento es plural
para el Colegio de Psicólogos: ancianos y cuidadores. “Es
necesario estar muy concienciado”, concluye.
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