Mohammed lleva 35 años trabajando como ‘cambista’ en las
calles de Ceuta. Al igual que él, otros muchos ceutíes de
origen marroquí viven de proporcionar a todos aquellos que
quieren visitar el país vecino, la moneda local: el dirham.
Las leyes locales prohíben expresamente la importación y
exportación de su moneda nacional por lo que aquellos
españoles que quieren conseguir esta divisa no pueden acudir
normalmente a una oficina bancaria de España y viajar desde
aquí con la moneda del país de destino. Imposible salvo si
encontramos en la calle a uno de estos ‘cambistas’. Podemos
encontrarlos en diversos puntos de la ciudad: en calles y
plazas céntricas o en las inmediaciones de la frontera. No
se esconden. Están ahí a pesar de que, teóricamente, se
trata de una actividad ilegal. Mohammed lo explica: “todo el
mundo en Ceuta está implicado en esto de una u otra manera.
Gente de todo tipo acude a nosotros diariamente para hacer
el cambio de moneda. No interesa acabar con los ‘cambistas’
porque todo el mundo se ve beneficiado de nuestra
actividad”.
Al tratarse de una actividad no regulada, no existen tarifas
únicas. Un buen precio es conseguir el euro a 10,70 dirhams,
pero todo depende: “la confianza es fundamental”, asegura
Mohammed.
La mejor época para los ‘cambistas’, sin duda alguna, es el
verano ya que la frecuente llegada de turistas hace que
trabajen más y, a algunos, les permite aprovecharse un poco
de la ingenuidad de los ‘guiris’ y ganarse unos cuantos
céntimos en el cambio. Es ahí donde la determinación del
turista será determinante para obtener el precio más justo.
Aunque pueda parecer lo contrario, esta actividad es mucho
más frecuente de lo que se podría pensar ya que los
‘cambistas’ no viven de lo que ganan de los turistas sino de
los taxistas, comerciantes y transportistas que aceptan
indistintamente el pago en euros y dirhams o que,
diariamente, cruzan la frontera para hacer sus compras en
las localidades vecinas de Tetuán y Castillejos con el
objetivo de adquirir productos a un coste menor que en
Ceuta.
Es en este proceso en el que el usuario pierde unos 3
céntimos por euro por lo que, si se va con frecuencia a
Marruecos, es más económico guardar el dinero para la
próxima vez.
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