Cada año, por estas fechas, se
vuelve a repetir la misma historia. Una historia de la que
bien pudiera ser guionista, director y productor, Chicho
Ibáñez Serrador porque, la verdad, es una “Historia para no
dormir”.
Con la llegada de los carnavales vuelven a despertar, de su
letargo, todos aquellos que llevan años clamando por un
teatro en condiciones. ¿Quién no ha escuchado en el concurso
de comparsas y chirigotas, más de una vez, al público
dirigiéndose al consejal de turno gritar aquello de “.. c..
un teatro en condiciones”
Pero que si quieres arroz, Catalina, porque todas las
corporaciones que han pasado y las que está, han mostrado su
deseo de llevar a cabo ese teatro que tanto demándamos los
ceutíes, pero ninguna ha hecho, absolutamente, nada por
solucionar el problema y el teatro sigue y seguirá, por los
siglos de los siglos, brillando por su ausencia.
Seguro que algunos me saldrán diciendo, que en la manzana
del Revellín, perdón por señalar y nombrar la cosa, se va a
hacer un teatro.
Un teatro que según dicen los entendidos, aunque la manzana
del Revellín hay que tener una inteligencia superdotada para
entender algunas de sus cosas, que va a contar con un aforo
de seiscientas localidades. Bueno, pues, que eso se lo
cuenten cuando lleguen los carnavales, a todas esas
criaturas que se han pasado una noche a la interperie y no
han conseguido una entrada para el concurso de comparsas y
chirigotas.
Si hacer un teatro con un aforo para seiscientas personas,
es hacer un teatro en condiciones, que venga Dios y lo vea.
Claro que igual unas de las grandes “lumbreras” de este
pueblo, que como las meigas haberlos haylos, viene y nos
explica que eso es un teatro en condiciones.
Lo que vendría, como anillo al dedo, el contestarle que no
tiene ni p.. idea de lo que es un teatro y cual es el aforo
que Ceuta necesita para tener un teatro en condiciones.
Por qué razón no se ha podido dar unos metros menos a la
superficie comercial que se va a instalar y aprovechar esos
metros para haber hecho un teatro de mil doscientas
localidades, que eso si es un teatro en condiciones, aunque
cuando llega el carnaval se necesitaría un teatro para cinco
mil personas.
Servidor, ha tenido la suerte de presentar unos carnavales,
donde había cinco mil personas presenciándolos.
Por cierto que tuvimos que suspenderlo después de dos horas
de trabajo, porque la carpa se venía abajo. Pero eso es otra
historia que ya, en algunas ocasiones, he contado.
Nada se ha hecho para solucionar el problema del teatro ni
nada se hará, todo seguirá igual. Llegará el próximo año con
sus carnavales y volverá a ocurrir lo mismo, algunas
criaturas se estarán toda la noche guardando cola y, al
final, no conseguirán una entrada para presenciar el
concurso de carnaval.
Según me han comentado, el teatrito, porque a esa miniatura
no se le puede llamar teatro, va a ir ubicado en eso que
parece un tubo o para que nos entendamos mejor, una plaza de
toro, con el inconveniente que si fuese una plaza de toro,
debido a su tamaño, medio toro se quedaría fuera de la
plaza.
No sé la razón, de verdad que no lo sé, pero este teatrito
que nos van a hacer que, con toda seguridad, será inaugurado
con bombo y platillo, me trae a la memoria los pisitos esos
de treinta metro que quería hacer a señora ministra.
Y acordándome de esos pisitos, me da la sensación de que
cuando algúnos de los vecinos llamaban al médico tendrían
que asomar la lengua por debajo de la puerta, porque si
entraba el médico en la casa, no cabrían enfermo y médico
juntos.
Es más creo que cuando entraba el sol, se tendría que salir
el inquilino, para que el sol tuviése espacio. Y ni te
cuento, serrana del alma, si al vecino del segundo le daba
por pintar el techo, los habitante del tercero sentirían
unas enormes cosquillas en los píes.
Y eso es lo que hay. Igual cuando lleguen las elecciones,
algún partido lleva en su programa el que nos van a hacer un
teatro de aquí te quiero ver.
Usted, amigo guardia, se puede creer lo que quiera y darle
el voto pensando que nos van a hacer ese teatro en
condiciones que, año trás año, venimos reclamando
.Servidor, les puede asegurar que no me creo nada de nada,
porque las elecciones están, para eso, para prometer muchas
cosas que, después, no se cumplen.
Y para más inri, me dice un amigo que para construir el
teatro adecuado para Ceuta, en la celebre manzana, se ha
consultado con un experto en estas cuestiones.
No me extraña que sea verdad, aunque si es así, el gachó
tiene la misma idea de teatro que servidor de construir la
torre de Pisa.
Y digo que no me extraña nada porque, a esta tierra, llega
un tonto de lo más tonto diciendo que hace paragua sin tela
y lo hacemos rico.
Y los entendidos dicen, es que no hay quien haga paraguas
sin tela como él. Manda...
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