Indigno, insoportable, indecente. Los comerciantes del
polígono del Tarajal decían no tener ayer más calificativos
para la situación que vive la zona. Ramesh Chandiramani,
presidente del polígono de La Chimenea, calificó de
“lamentables” los hechos ocurridos ayer y solicitó que se
tomen medidas urgentes en el paso y en la zona comercial,
muy castigada por los ‘bultos’ de grandes dimensiones que
traviesan a diario el pasillo hasta Marruecos. “Seguimos
pensando que el Biutz debería dejarse sólo para las
personas”. Es decir, para aquellos compradores de pequeña
escala que poco a poco han ido desapareciendo de la
clientela del polígono. “Esto es indigno para todos”.
Por otro lado, Chandiramani informó de la marcha de la
contratación de la seguridad nocturna en el Tarajal. El
presidente de La Chimenea habló de presupuestos que rozan
los 360.000 euros anuales, una cantidad imposible de asumir
por los comerciantes que además viven en la actualidad una
“grave crisis de ventas”.
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