El director general de Menores de la Ciudad, Miguel Fábrega,
ha alertado recientemente del abandono al que se ve sometido
el Plan de repatriación de menores marroquíes, una
iniciativa que comenzó de forma ilusionante pero avocada,
con el paso de los meses, al estancamiento. Fábrega, que
apuesta por el estudio pormenorizado de cada caso para
evitar que la vuelta del menor a casa le suponga un
perjuicio, ha señalado recientemente que el objetivo
principal del departamento que dirige es la repatriación de
todos los menores que habitan en la Ciudad Autónoma. La
presión que soporta Ceuta en este sentido hace necesario
reactivar el plan, modificando la legislación española si es
preciso. “Si las leyes españolas están mal hechas habrá que
modificarlas porque Marruecos es un país soberano, tiene
firmados los tratados internacionales sobre los derechos del
menor y lo que la ley española no puede cuestionar es la
posible entrega de un menor a las autoridades marroquíes”,
indicó Fábrega en una entrevista.
Fábrega cuestionó el “garantismo” de la ley española y
apostó por confiar en el procedimiento de entrega a la
familia u organizaciones intermedias. El responsable ceutí
dijo que el año pasado Ceuta se gastó en asistencia y
cuidado de estos menores cerca de 8,5 millones de euros
“entre gastos de trabajadores, funcionamiento e inversiones,
por lo que el Estado debería darnos más dinero”.
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