El anteproyecto de las viviendas pretende aprovechar el
borde de la cantera, relajando la dureza de este entorno
mediante la conversión de esta cubierta en una plaza
pública. “Que la montaña forme parte de la cubierta de las
viviendas. Se trata de una fase que llamamos sedimentación.
Obviamente no se tratará de un paisaje natural, pero sí
podría quedar a medio camino”, explica Juana Sánchez Gómez.
Otra forma de aprovechar el entorno natural, explotando la
cantera de una forma programada es la de realizar
edificaciones eventuales en determinados períodos del año.
“Se podría establecer un camping de verano en las sucesivas
capas que se forman dentro del proceso natural de erosión de
la cantera. No sería un proceso cerrado en el tiempo sino un
paisaje de explotación continua configurado a través de
mayas desplegadas”, explica la arquitecto.
En el caso de la depuradora, la situación estratégica de
esta planta permitiría que, además de su trabajo lógico de
purificación, “fuese un vivero de peces para repoblar las
aguas con las especies características de la zona”. “Que la
propia evolución provoque situaciones controladas y bellas;
una convivencia entre explotación y naturaleza”.
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