El reconocimiento de la Tarjeta de Identidad y Residencia,
la TIR, es uno de los objetivos que la Unión Demócrata Ceutí
se ha marcado en su programa político más actual. Además de
querer presentar al ministro de Defensa, José Bono, la
realidad de este documento “que sólo existe en Ceuta y
Melilla”, el asunto está recogido en el documento ‘Ceuta,
puerta sur de Europa’, un escrito que recibió de manos de
Mohamed Ali, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero. Respecto a los ciudadanos que poseen este tipo de
identificación, la UDCE señala que “son personas que han
nacido en Ceuta, sus padres viven en Ceuta desde tiempos
inmemoriales y todos sus familiares son españoles, bien
nacionalizados o de origen”. Para Mohamed Ali, la TIR es un
aspecto que, al afectar sólo a Ceuta, puede considerarse
como “cuestión particular y singular”. Esta tarjeta de
identidad es, a juicio de esta formación política, un
problema que nace en 1968, cuando surgen las hojas
reclamatorias que “otorgaban a los gobernadores de Ceuta y
Melilla a los moros que nacían en Ceuta y a sus hijos para
tenerlos documentados”. Pero este documento, en caso de
deportación a Marruecos, no les permitía tampoco residir en
este país. según indica el partido en su escrito sobre la
Ciudad Autónoma. Un limbo legal del que todavía no han
salido muchos habitantes de la Ciudad Autónoma y que
revierte negativamente en su vida cotidiana y, sobre todo,
legal. La UDCE pide, concretamente, “que se flexibilice la
tramitación burocrática y que se agilicen los expedientes
gubernativos para que estas nacionalidades consumadas se
traduzcan en realidad”.
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